
La familia Ayala veía reportajes de como los amantes de la adrenalina practican el canoping desplazándose de un lugar a otro por medio de una cuerda de acero. Decidieron invertir los recursos necesarios para replicar este atractivo en el sector El Calvario, transformando el turismo de la parroquia Turi.
Aprovecharon la ubicación de su predio, situado al inicio de una pendiente en una ondanada entre El Calvario y la vecina comunidad La Merced, para templar los cables en una longitud de 400 metros e implementar el resto de equipos. Les tomó algún tiempo hacerlo por las complejidades para dar las seguridades del caso a todos quienes deseen vivir esta nueva experiencia.
José Ayala junto a su hijo Darío están a cargo de este proyecto turístico denominado “Ayala aventura extrema”, que comienza hace casi dos meses con la venta además de una rica gastronomía. Está abierto todos los días hasta las 18:00, pero especialmente los fines de semana llegan los turistas. Darío espera pronto ofrecer el servicio nocturno para que toda esa adrenalina suba a otro nivel. Trabajarán con su padre y otros familiares para conseguir este objetivo.
Más atractivos turísticos

Pero en El Calvario existen más atractivos como miradores temáticos de las zonas ubicadas al sur de la ciudad. Desde este lugar se observan sectores como el Control Sur, Narancay, Baños, entre otros.
Adrián Ayala, propietario del mirador “La Luna del Calvario”, construyó precisamente una luna y un corazón giratorio hasta un platillo volador para que los visitantes se lleven un bonito recuerdo del espacio.
También colocó en el patio, previo al ingreso al balcón, un vehículo antiguo marca Ford, considerado como un clásico. Llama la atención por su forma, los detalles, y su combinación de colores blanco con rojo.
En la parte baja del mirador se emplazó hace casi dos años el restaurante “Machay”, con una diversidad de delicias gastronómicas y bebidas. Se trata de un emprendimiento de un grupo de jóvenes que apuestan por el turismo.
Adriel Pesántez, uno de los propietarios, recuerda que el negocio empieza tras la pandemia de la COVID 19, con el deseo de salir adelante y generar un nuevo espacio atractivo que se comparte con el mirador. El espacio es ideal para festejar cumpleaños, pedidas de mano, aniversarios, entre otras celebraciones.

Tradición se mantiene en El Calvario
En el acceso a El Calvario, a unos 150 metros de llegar al mirador, se encuentra una casa antigua que fue restaurada para convertirla en el restaurante “Rosa y Canela”. El espacio tiene un huerto para generar productos orgánicos hasta una cocina en leña para elaborar en vasijas de barro el caldo de gallina runa y caldo de pata.
Susana Chabla, dueña del local, comenta que el nombre del negocio es en honor a su finada suegra y por el canelazo que se ofrece a los visitantes debido a que en las tardes y por las noches hace demasiado frío. Asimismo, hizo la invitación a las personas para que lleguen al sector y disfruten de todo lo que se tiene entre atractivos y gastronomía.
La comunidad El Calvario tiene mucho por ofrecer con pobladores emprendedores, quienes confían en su tierra para salir adelante. Reciben el apoyo de las autoridades locales y provinciales para potenciar sus actividades. (BPR)-(I)
DETALLES
– El Calvario es uno de los cinco miradores que tiene la parroquia Turi para atraer a los visitantes.
– Por el sector Carmen de Guzho se ingresa para tomar una vía que lleva hacia esta comunidad turística.
– Los pobladores se dedican al turismo y la agricultura para sacar adelante a sus familias.
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