Señor Alcalde

Jorge L. Durán F.

Qué para decirlo simplemente Cristian como usted piden que lo digan, como si no supiera que a los políticos, cuando se encumbran en el poder les da el mal de “altura”, caminan como pavos reales y peor si son medio habladorcitos; si bien no será su caso, pero le pediría, si no es mucho pedirle, que si quiere mismo dar de baja el “contrato trucho” de los radares –tragamonedas les digo yo-, piénselo bien, asesórese bien, pero con jurisconsultos de verdad, no con leguleyos que abundan como vendedores ambulantes en la Mariano Cueva y en la Feria Libre, porque no sea que meta la pata con cintura y todo y lo dé por terminado de manera unilateral, como lo hizo con los contratos del tranvía aquel alcalde del cual usted fue su secretario particular; y ya sabe lo que pasó, que le terminaron ganando a la ciudad y ahora los giles debemos pagarles; entonces le puede pasar lo mismito, en cuyo caso mejor sería que le hablara claro a la “city”, diciéndole los riesgos que hay de una potencial contrademanda y, esto es, si los “trucheros” no demandan primero porque hay tragamonedas funcionando pero aún no multan, y esto, dicen, es señal de que les están incumpliendo el contrato, cuyo supuesta nulidad o “truchez”, según he oído decir, usted debe pedir que lo plantee el procurador general del Estado, en cuyo caso, Santo Dios, el juicio en lo Contencioso y Administrativo tomaría no menos de dos años, lapso durante el cual, a lo mejor a usted comienza a picarle el bicho de la reelección, y hasta tanto los radares deban seguir funcionando y multando; digo yo esto en medio de mi “legoignorancia”, pero, insisto, actúe con tino y ponderación, menos con la fogosidad que veo que es parte de su ADN, reemplácela con la serenidad y explíquele a Cuenca con la verdad, esa verdad que a los políticos les aterriza en la realidad, que en su caso podría causarle un “qué bochorno”, así deba decirle que por hoy, que por algunos meses, los “truchos” seguirán funcionando y multando; pero nada de “aquí puse y no parece”; nada tampoco con poner en riesgo los dineros municipales; así que, repito, la verdad, que también vale para saber si usted puede contravenir la decisión de los jueces e impedir que los presos que nos manden a la cárcel de Turi no sean metidos en sus mazmorras si no son de Azuay y Cañar; no sé en qué líos se metería de proceder así; pero ya no le quiero armar más líos ni aguarle la fiesta Cristian, digo Señor Alcalde, si bien motivos los hay, pues me dicen que los 2.500 caracteres se me terminan; así que por hoy, punto. (O)