Las pruebas y los votos

Marco Carrión Calderón

En esta aciaga época en que nuestro país ha tenido que vivir y soportar tantas desventuras, ante la indiferencia de sus habitantes que parecen no comprender la desgracia de los sucesos, en medio de esto digo, hemos tenido que oír a un “asambleísta” decir, muy suelto de huesos, ignorando la gravedad de lo que decía: “En este juicio -el que siguen a Guillermo Lasso-, lo que importa son los votos no las pruebas” ¡Los niveles de ignorancia y estulticia de esos “asambleístas” no tienen ponderación!

Pensar que al enjuiciar a alguien o enjuiciar su conducta no valen las pruebas de la inocencia o culpabilidad es algo tremendamente inconcebible. No sé si haya otro país en el mundo civilizado en que se razone en la forma en la que ha hecho uno de esos “asambleístas”. Los demás piensan igual, pero al menos no lo dicen.

Se acusa al Presidente de “Peculado por omisión”, delito que no existe en nuestro Código Penal –ni en ningún otro creo- pues si el peculado consiste en quedarse con dinero del Estado, eso no puede ser por omisión: o toma el dinero o no lo toma y en el segundo supuesto es evidente que no se ha cometido peculado. Y en caso de que lo haya cometido tienen que ser presentadas las pruebas del cometimiento de tal delito porque si no existen esas pruebas no es posible acusar a nadie ya que sería una barbaridad el pretender condenar a alguien del cometimiento de un delito que no se puede comprobar o demostrar, por más que haya los votos suficientes.

Así se puede razonar cuando, como es mi caso, no se es abogado o ilustrado en las leyes, utilizando el sentido común que parece no ser una de las virtudes de esos tales “asambleístas”

Con razonamientos igual de absurdos es que esa gente se ha opuesto a leyes tan importantes para el país como aquella de la generación de empleo y otras presentadas por el Ejecutivo ¿Hasta cuándo el país va a tener que seguir soportando la infamia que representa tener un órgano legislativo conformado de esa manera?

Decir que lo que importa en un juicio son los votos y no las pruebas ni las razones, es una vergüenza para el país ¿En qué manos ha caído esta desventurada Patria con esos asambleístas y con esos partidos políticos que los han auspiciado? (O)