El goce esencial de leer

Tatiana Neira Alvarado

Es justo y necesario, en medio de los sobresaltos y la incertidumbre que se van volviendo una constante, pensar en el propio bienestar, buscar espacios de solaz y hacer cosas que nos reconforten, como destinar tiempo al goce esencial de leer, como lo llama Fernando Savater. A ese goce me rindo casi todos los días, pues como dice el autor, el afán de leer no es una simple “afición” entre otras: es una pasión, aún más, una forma de vida.

Quienes nos identificamos como lectores, no concebimos la vida sin los libros. Son generosos y constantes, no nos abandonan, al contrario, nos encuentran. Nos regalan historias y posibilidades diversas de leerlas, que escapan a la voluntad de sus creadores.

Quienes leen entenderán mis devaneos, a quienes han esquivado la lectura, les ánimo a que se den la oportunidad, ella no compite con otras aficiones ni con las obligaciones, cuándo nos decidimos, encontramos siempre el tiempo para acometer la tarea de explorar otras vidas y mundos, el lugar no importa. (O)