El equipo nipón que creó unos palillos que modifican el sabor es premiado con pseudo-Nobel
El equipo japonés que creó unos palillos capaces de modificar el sabor salado de la comida a través de estímulos eléctricos ha sido premiado en la categoría de Nutrición en los Nobel Ig, la parodia del prestigioso certamen sueco.
El dispositivo, presentado el año pasado, es uno de los estudios premiados en la edición de 2023, en la que se han reconocido otras investigaciones sobre el uso de cadáveres de araña como herramientas robóticas, la capacidad mental de las personas que pueden hablar al revés o el efecto de la alopecia en los pelos de la nariz.
«Me siento muy honrado de recibir este premio», dijo hoy a través de redes sociales el profesor Homei Miyashita, cuyo laboratorio de la Universidad Meiji, junto a la empresa Kirin, lidera el proyecto.
Miyashita recordó que el estudio al respecto se escribió hace 13 años pero que ha sido en los últimos años cuando las tecnologías del gusto eléctrico y los medios para el mismo se han desarrollado en muchas direcciones y se ha implementado de forma práctica.
«Me gustaría seguir impulsando mi investigación, ya que veo este premio como una posibilidad de expansión y futuro», escribió el investigador horas después de revelarse los reconocimientos.
La tecnología desarrollada por el equipo consiste en un dispositivo equipado con una batería que aplica ondas eléctricas a los palillos mientras los comensales sujetan comida con ellos, lo que provoca modificaciones a nivel atómico de los alimentos.
En concreto, los débiles estímulos eléctricos, indetectables para el cuerpo humano, reajustan los iones de compuestos como el cloruro sódico (sal común) o el glutamato sódico (relacionado con el sabor dulce), causando cambios en el sabor de la comida, lo que podría ser de utilidad para promover dietas más saludables.
Los premios Nobel Ig, una parodia de los Nobel suecos, están organizados por la revista académica estadounidense «Anales de la investigación improbable» y patrocinados por estudiantes de la prestigiosa Universidad de Harvard.
Los galardones, que se entregan desde hace 33 años, buscan hacer «reír y luego pensar» y cuentan con el apoyo de numerosos científicos de distintos países, algunos ganadores del Nobel real. (I)