Al celebrarse el día internacional de la mujer, se tomaron las calles del país y el mundo las féminas, renovándose las jornadas de 1968, cuando se dio el primer grito de protesta, contra una cultura arcaica y opresiva, contra los derechos de la mujer, cultura que se negaba a extinguirse, sin embargo, la juventud de este género engrosó filas solidarias, con el propósito de hacer escuchar su voz, por el logro de las directrices generales de las líderes mundiales. En esa contienda, se cuenta avances y frustraciones, que han dado lugar a lo que podría llamarse “la revolución femenina”, que persigue marcar definitivamente una línea divisoria, entre el pasado y el futuro, que ha comenzado a nacer. Esta revolución cuenta también con varones aliados, que impugnan con toda su fuerza, la cultura de opresión que las confinó, con asignación de bienes y estereotipos, estando presente la confinación cultural y violenta, que ha cobrado infinidad de víctimas. Las mujeres, han sido víctimas de dominación, exclusión, maltrato y subordinación. Por eso fuimos testigos de marchas femeninas, en rechazo a los reproches, que han soportado estoicamente a lo largo de la historia. Este movimiento profundo, histórico, grande e incontenible, lucha por los derechos de la mujer y deja de ser imperceptible para proyectarse poderosa y empoderarse bien y a corto plazo. Muchas mujeres precursoras, abrieron el camino a una nueva era de derechos políticos, consiguiendo tratados internacionales, contra la discriminación y la violencia, convenios que cuentan con el mayor número de países suscriptores. que la reivindicación de unos derechos no extravíe la vigencia de otros, llamamos a la reflexión a los involucrados y no a la confrontación. (O)
CMV
Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.
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