OPINIÓN|
El esquema de democracia participativa que incorporó la Constitución de Montecristi, no solo generó un amplio catálogo de mecanismos de participación, sino que reforzó las formas de democracia directa, como la consulta popular.
En el caso de la iniciativa de consulta popular a cargo de la ciudadanía, es requisito fundamental el respaldo de un porcentaje de personas inscritas en el registro electoral (5%), así como del dictamen previo de la Corte Constitucional, CC, sobre la constitucionalidad de las mismas.
Sobre este particular, la Corte Constitucional, ha cambiado su posición, pues en 2013, estableció que la recolección de firmas era necesaria antes del control constitucional, mientras que, en abril de 2019, cambió su precedente, al considerar que el control sobre el contenido de las preguntas era necesario, previo a la recolección de firmas.
A nivel del activismo ambiental, la provincia ha tenido múltiples iniciativas en este sentido, la primera en el cantón Girón (Quimsacocha), con votación del 24 de marzo de 2019, donde operó un dictamen ficto (es decir no hubo control constitucional sobre el fondo), así como dos intentos fallidos propuestos por Yaku Pérez, que si bien fueron observados respecto al cumplimiento de formalidades por parte de la CC, abrió la puerta al señalar que no existe prohibición de que los ciudadanos puedan plantear consultas populares sobre la explotación de recursos naturales.
Sin embargo, a la fecha el futuro de las consultas con respecto a la explotación de recursos naturales no renovables, minería, en el cantón Cuenca se torna más político, al contar con tres actores que quieren liderar la propuesta: 1) el Cabildo por el Agua, propone que la consulta la realice el GAD Municipal de Cuenca (no se necesitan firmas), y que plantea una sola pregunta, para superar las formalidades de la CC; 2) la liderada por Yaku Pérez, prohibición de actividades de minería metálica en el área de bosque y vegetación protectora de los ríos Irquis y Yanuncay (requiere firmas); y, 3) la que propone el alcalde de Cuenca, que busca el pronunciamiento sobre problemas ambientales, hídricos y de planificación, pero que al abarcar tantos parámetros, se va en contra de los pronunciamientos previos de la CC.
Si bien es cierto, el agua debido a su importancia para la vida ha tenido una trascendencia política, es necesario que las buenas intenciones y propósitos para la conservación del ambiente y de los recursos hídricos se consoliden en una sola línea ciudadana y se depongan actitudes personales, que pueden derivar en la utilización de la consulta a fines políticos clientelares. (O)