¿Cuánto significado damos a la palabra Navidad, pero cuánto cumplimos de esa inmensa acepción? Hagamos un examen introspectivo y a conciencia, con la debida sinceridad, respondámonos a nosotros mismos, si en verdad hemos dejado de adoptar posiciones egocentristas, egoístas y excluyentes; ni se diga de alejarnos de la proterva costumbre de seguir acumulando posiciones o bienes materiales; todo lo cual, no nos hace vislumbrar la verdadera dimensión a los valores morales y espirituales. Tenemos o no, la certeza de haber ayudado en algo a combatir la deshumanización, con todas las convalidaciones que esta incluye, llámese soledad, inequidad, enfermedades y la pobreza en toda su extensión. ¿Hemos colaborado de alguna manera en ayudar a reconstruir los hogares tristes, desolados, destruidos? No nos damos cuenta que vivimos muy a prisa, muchas veces hablando demasiado, nos enojamos constantemente y no brindamos el tiempo suficiente para escuchar a nuestros congéneres. Navidad es sinónimo de paz, perdón, solidaridad, encuentro, justicia, alegría, conversión, compromiso, reflexión, enmienda; es época de extender la mano amiga, sincera y darnos un abrazo de reconciliación con todas las personas. No es justo que, en este mundo consumista, devastado por la pandemia del Covid y la corrupción, sigamos derrochando dinero, cuando hay personas que sufren y se mueren de hambre. Navidad no es la oportunidad de brindar únicamente un regalo material, ya que lo material y el dinero no son la finalidad ni la esencia de la vida. En definitiva, en Navidad abramos las puertas de nuestro corazón para todas las personas que quieren llegar a él, y toquemos las puertas de esos corazones tristes, vacíos que necesitan una ayuda espiritual, cariño, comprensión y amor. Ojalá que esta pandemia nos haya dejado verdaderas enseñanzas, y a pesar de tantas circunstancias adversas que estamos soportando, podamos definitivamente dejar de lado el orgullo, la vanidad y la prepotencia; sepultemos el odio, la soberbia y la venganza; desterremos la tristeza, y enmendemos los errores. Con esta actitud positiva estamos seguros que vendrán días mejores, donde nos podamos estrechar fraternalmente en un cálido abrazo. ¡Feliz navidad apreciados lectores! (O)
CMV
Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.
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