Fernando Alonso ilusiona con tres ‘top 10’ en su primera semana en el Dakar

Alonso acudió expectante a su primer Dakar consciente de que sus siete meses de entrenamiento intensivo al volante del Toyota Hilux no eran suficientes para pelear el rally a las figuras de la carrera, como Nasser Al Attiyah (Toyota), Carlos Sainz (Mini) y Stéphane Peterhansel (Mini), pero demostró que no está tan lejos.

El asturiano, que pareciese que lleva años corriendo en esta disciplina, terminó entre los diez primeros en tres de las seis primeras etapas rodando casi al ritmo de los líderes del Dakar, la prueba reina de los rallys fuera de pista a la que el campeón de la Fórmula 1 le ha tomado el pulso en tiempo récord.

Su gran día fue en la tercera etapa, cuando firmó su mejor actuación hasta ahora en el rally al finalizar cuarto, una meritoria posición en reacción al mal día anterior, en el que rompió una rueda al chocar contra una piedra en mitad de una nube de polvo.

De no haber perdido dos horas y media para repararla y haberse mantenido regular, el ovetense estaría ahora entre los diez primeros de la general.

HASTA LOS CAMPEONES TROPIEZAN

Aunque romper la rueda de esa forma pueda parecer que es fruto de la inexperiencia, resulta un incidente muy común en el Dakar, incluso para los pilotos que llevan toda la vida corriéndolo, producto de la gran velocidad a la que se rueda por un terreno que no se sabe lo que puede esconder.

Un incidente similar le ocurrió en 2018 a Peterhansel, trece veces ganador del Dakar, cuando destrozó la rueda trasera de su coche al impactar contra una roca camuflada bajo la hierba en Bolivia.

Sin ir más lejos, en esta misma edición del raid, otra piedra se cruzó en el camino del español Joan ‘Nani’ Roma, dos veces ganador del Dakar, y le dejó sin ruedas para poder terminar la etapa por sí solo.

PINCHAZOS, PIEDRAS Y MUCHO POLVO

«He vivido un poco de todo en estos primeros días», comentaba Alonso al acabar la primera semana de competición, donde producto del daño sufrido a su rueda aquel día hizo sin reparos de mecánico, bridas en boca, junto a su copiloto Marc Coma para reanudar la marcha cuanto antes.

También le ha tocado sufrir y andar con pies de plomo, como cuando en la cuarta etapa tuvo que hacer los últimos 150 kilómetros sin rueda de repuesto, ya que había sufrido tres pinchazos. Eso le obligó a cuidar al máximo las ruedas que tenía operativas para no verse varado a la espera de que algún otro vehículo le dejase otra. Aún con todo, ese día acabó decimotercero.

Sobre todo le ha tocado lidiar con mucho polvo, rodando rápido y casi sin visibilidad, un problema del que se han quejado todos los pilotos que iban por detrás de los tres que están en cabeza, porque complicaba mucho la seguridad de participantes y vehículos.

SORPRENDIENDO EN TERRENO HOSTIL

Los tres ‘top 10’ de Alonso llegaron además en una superficie hostil para el piloto y también para su coche, el Toyota Hilux, último ganador de la edición del Dakar, pero que ha sufrido para atravesar los cinco primeros días de rally por las pistas duras, caminos de montaña y cañones de roca de Arabia Saudí.

Los pinchazos han sido la tónica habitual para Alonso en sus primeros días de Dakar, pero no menos que para sus compañeros de equipo, entre ellos el catarí Al Attiyah, el sudafricano Giniel De Villiers y el holandés Bernhard Ten Brinke que también sufrieron para pasar por las zonas con las piedras más afiladas.

Alonso ha reconocido que se siente más cómodo sobre la arena y las dunas, justo la superficie por la que se desarrolló la sexta etapa, donde fue sexto, y donde se harán las siguientes seis etapas hasta el final del rally, por lo que el campeón de Fórmula 1 quiere aprovecharlas para rematar su buen debut en el Dakar con un más que factible ‘top 3’ en alguna etapa. EFE

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