

Paola Pila Guzmán, analisa política.
Sobre los comicios del pasado domingo 13 de abril, les importante observar que los resultados apuntan a un mantenimiento del porcentaje de votantes para la candidata Luisa González y un aumento de un significativo 11 % para el candidato Noboa ¿A qué se debe este fenómeno? Las respuestas necesitan mucha fundamentación tanto teórica como empírica, sin embargo, me atrevo a presentar algunas hipótesis para dialogar.
- En la primera vuelta, el candidato Noboa tuvo un poco visibilidad en medios de comunicación, una inercia que arrastraba desde sus primeras intervenciones como candidato en el 2023 y como presidente. Su visibilidad en medios de comunicación (qué medios y con qué periodistas es otra historia) fue fundamental para mejorar su imagen. Además, importante decir, todo su contingente de ministros, subsecretarios y demás funcionarios públicos siguieron el mismo guion: informar sobre los RESULTADOS de la gestión. Por lo tanto, su estrategia no fue hacerse público, sino, estar en constante rendición de cuentas.
- Se observó un bloque de poder claro en medio de la campaña. Los aliados de los medios de comunicación nacional más grandes fueron fundamentales para la aparición y mantenimiento de un discurso cercano a la gestión del gobierno de Noboa. Fue clara la cercanía entre los conocidos opinadores políticos tanto en medios tradicionales como en medios digitales. Un gran batallón de comunicadores logró construir un discurso positivo hacia la gestión y los posibles fatales efectos de un cambio de rumbo político en el país.
- Los escándalos fueron fundamentales en esta campaña. Empezando por la Liga Azul y los chats de uno de sus integrantes, pasando por los apodos como mote con ají y Rana René, y un escandaloso y no muy bien manejado desmarque de dichos enredos de parte de la candidata Gonzáles, surtieron efectos nocivos sobre los votantes.
- El efecto Trump. No se supo bien, quizá no sepamos luego, si hubo o no la reunión entre Noboa y Trump, pero, los fervientes seguidores de las políticas proteccionistas, antimigración, etc., del presidente norteamericano, vieron con buenos ojos la cercanía y las posibilidades de un Ecuador cercano al presidente Trump.
- En este mismo sentido, y como cereza del pastel para quienes gustan de lo norteamericano, la presencia de Erik Prince, el exmilitar y dueño de la empresa de defensa Blackwater, fue como una gran develación de la guerra contra las bandas. En este sentido, la población vio un camino iniciado hacia una de sus principales preocupaciones: la inseguridad y el miedo.
No así, en el caso de la candidata González, algunos puntos fueron su debilidad. En la mayoría de los casos, factores fuera de su alcance y debido a un pasado y presente de colegas del partido que no siguieron su misma línea discursiva.
- Debate agresivo. La lectura difícil para la candidata inició con el debate, cuando en lugar de generar empatía con las y los electores, infundió un cierto disgusto. Su posición agresiva, los ataques constantes y el uso de frases de gobiernos pasados, y no se diga el uso de una neurodivergencia como una ofensa, finalmente le pesaron en contra.
- El Ecuadolar. En este caso, no fue su palabra, sino de una de sus colegas electas como asambleísta la que resultó en uno de los peores errores de la campaña. Los analistas económicos, los periodistas, podcasts, todo el mundo discutiendo sobre esta idea salida de alguna reunión de la RC y de la cual la candidata no pudo desmarcarse hasta el final.
- Rana René: lamentablemente, en el mismo espacio de debate, no pudo confrontar ni dar información certera sobre lo expuesto en los chats del Señor Verduga, donde ella figuraba con un apodo de un títere famoso. Después del debate, las redes sociales se encargaron de crear un imaginario sobre ella, su disfraz, su rol y, como lo dijo un ex vicepresidente, de quien la manejaba como marioneta. Lamentablemente, el tiempo no le alcanzó para frenar esta maraña de relatos reales o no sobre su rol en este episodio.
- Venezuela: ante la pregunta del candidato Noboa en el debate ¿Vas a reconocer al gobierno totalitario y dictatorial de Nicolas Maduro? Ella responde con sí. Aunque luego en la explicación de su respuesta apunta al tema migratorio, el mensaje para los televidentes fue el primero. Incluso, el domingo posterior a las elecciones, se leían en la red ‘X’ que varios seguidores de la RC hablaban del error de no desmarcarse y reconocer la dictadura en Venezuela como un elemento importante en la pérdida de la presidencia.
- Los grupos gestores de Paz: la última semana quizá fue la que más impactó en los ecuatorianos electores, pues las hazañas de un candidato y de la otra venían en competencia. Ante la llegada de Prince, la candidata González plantea la importancia de la autoorganización barrial a través de los gestores de paz. Quizá el mayor error en el poco tiempo que quedaba, pues fue aprovechado por sus opositores para realizar comparativos con Cuba y Venezuela. De esta forma, su propuesta de pacificar en barrios, fue tomada como un puntal para la consolidación de una posible dictadura en caso de ser electa.
Los errores de la RC en medio de la campaña, que valga decir, no tuvieron tanta cercanía con la imagen de Correa, fue bien capitalizado por ADN. El paso a conseguir un 11% más de votación podría estar relacionado con estos desfases en la campaña de la candidata y en campaña, cada paso incorrecto, tiene su efecto en votos en contra, nulos o blancos. (O)