
La semana pasada en una carta apostólica emitida por el Papa Francisco dijo: “que es necesario una transición a un modelo de desarrollo sostenible, que reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, aspirando a la neutralidad climática”. El Papa quiere que la ciudad del Vaticano funcione con energía solar, de modo que se instalarán paneles solares a 11 kilómetros en las afueras de Roma por lo que el propio Papa a nombrado comisarios especiales para que actúen con plena autoridad. En su carta el Papa continúa afirmando que la humanidad si dispone de la tecnología para afrontar la transformación ambiental.
El propósito de utilizar la energía solar es también para afrontar las consecuencias éticas, sociales, económicas y políticas que exige el desarrollo sostenible ante el calentamiento global de las últimas décadas que ha producido una subida del nivel del mar y el aumento de la temperatura de manera extrema. El Papa en el 2015 escribió la carta llamada “Laudato Sí” y ahora está más preocupado porque la crisis es mayor. El Papa luego en el 2022 se adhirió a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
El terreno de 430 hectáreas de Santa María di Galería gozará de un sistema diferente para su energía que dará electricidad además a la radio de onda corta y media por la que se transmiten todos los anuncios del Vaticano y de la religión católica. Ha sido visible que el Vaticano ha tratado de reducir su huella de carbono ya que han intentado una y otra vez convertirle en una ciudad del medio ambiente. El Papa Francisco insiste en que hay que cuidar la casa de Dios y tanto es así que han empezado a sustituir su flota de automóviles por vehículos eléctricos como parte de un plan global. Con esto nos demuestra el Papa que es necesario preocuparse del cambio climático. (O)