Más de cien líderes y representantes de la nacionalidad Waorani caminaron por tres días desde Pastaza hasta Quito, para llegar a la Corte Constitucional y exigir respeto a sus derechos colectivos, así como a la garantía del derecho a la consulta libre e informada. El gobierno del señor Noboa –extractivista en su máxima expresión– impulsa la licitación del Bloque Suroriente sin el consentimiento de los pueblos, poniendo en riesgo el territorio ancestral, la vida y la cultura del pueblo Waorani. Luego de 17 años de vigencia de la Constitución aún no existen políticas públicas específicas y claras que prevengan y neutralicen la vulnerabilidad y el peligro en la que se encuentran los pueblos y nacionalidades indígenas; más aún, cuando los efectos negativos de la coyuntura política, económica y social del país les afecta de manera directa profundizando la inequidad histórica que han sufrido. La muerte de los niños Taisha –el último, de apenas dos años y medio– es una dolorosa e indignante prueba de la indiferencia estatal y social que sufren los habitantes de la región amazónica, vista como “tierra de nadie” por gobiernos y corporaciones que han explotado sin compasión su territorio dejando contaminación en los cuerpos de agua y en el suelo que afecta de manera directa la salud de las comunidades indígenas. Los mismos síntomas, la misma cruel e intolerable negligencia. (O)
