¡A dólar la cuidada!

Y no me responsabilizo de lo que le pase al carro. Ya sabes flaquito. Si no te gusta barájate de mi calle. Eso es lo que comúnmente escuchamos por los llamados “cuidadores” de carro. Que lo único que hacen es guiarle que se estacione bien. Eso sí, lo que le garantizo es que se llevará un mal momento si no le paga de la “cuidada”. A demás, algunos de esos sujetos andan jalados algún tipo de palo para defenderse en caso que el cliente no colabore.

Cuenca se ha visto plagada de estos sujetos de chalecos de color verde. De buenas a primeras se han apoderado de las calles. Estamos cansados que a más de pagar una tarifa por el estacionamiento ahora tengamos que una “tasa” adicional. A vista y paciencia de la fuerza del orden. Personalmente miro otras opciones para aparcar el carro porque no me gusta toparme con estos sujetos.

A pesar que alguna vez fueron catastrados por las instituciones y recibieron formación por parte de la Policía Nacional este oficio se ha desbordado por todo lado. Calles céntricas, hoteles, restaurantes, universidades, nada ha quedado libre. Y ni hablar por los días festivos.

Esos días la tarifa sube a tres dólares. Y pilas, el pago es adelantado. Le dan una hoja arrugada en la que se puede leer que los cuidadores deben recibir un buen trato. Pero como siempre pasa. Si algo ocurre a su carro, puede ser un rayón o que se desmantele, le dicen simplemente que no han visto. Se hacen los pendejos y uno se queda fregado porque no se tiene a nadie a quien reclamar.

Y no es que esté en contra del trabajo. Hoy en día la cosa esta jodida. Pero no podemos permitir que cualquier aparecido se hagan dueños de los espacios públicos. Agarran una jaba de bielas, un pito vetusto, una casaca color verde fosforesente, una franela vieja y se han convertido dueños de la calle.

Así que chévere por las autoridades por prohibir esta actividad, que ahora dicen es manejada por mafias. Que inclusive hay personas que vacunan a los cuidadores de carro. Pero la cosa es simple, muerto el perro muerto la rabia. Los ciudadanos por nuestra parte hemos de aplaudir por esta decisión. Necesitamos orden en la ciudad, no es que vivimos en una selva en la que las personas vivan amontonadas por ocurre en esas poblaciones de la India. (O)

Lcdo. Santiago León

Comunicador Social. Consultor en comunicación de gobiernos locales y opinión pública. Creador de contenido digital enfocado en la comunicación municipal.

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