España se suma a la vanguardia mundial de la investigación neurocientífica

España se incorpora a la vanguardia mundial de la investigación neurocientífica con el Centro Nacional de Neurotecnología (Spain NeuroTech), desde donde sumará los esfuerzos de cientos de investigadores a la iniciativa mundial que trata de desentrañar muchas de las incógnitas de la mente humana para tratar de atajar las enfermedades mentales y neurodegenerativas que afectan a millones de personas.

El Centro Nacional de Neurotecnología «Spain Neurotech» se presentó este jueves en un acto institucional en el Parque Científico de Madrid -donde se ubicará- que ha convocado a la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital española, Nadia Calviño, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, y a la rectora de la Universidad Autónoma de Madrid, Amaya Mendikoetxea.

Considerado el cerebro como el órgano más complejo y fascinante del cuerpo humano, las neurociencias exploran desde hace décadas su funcionamiento para tratar de desentrañar numerosas incógnitas relacionadas con la consciencia, el pensamiento abstracto, el lenguaje, la imaginación, los sueños, el sufrimiento o la memoria.

Y los avances en neurotecnología y en inteligencia artificial apuntan ya cómo es posible acceder a una parte de la información acumulada en el cerebro y han abierto nuevas y prometedoras vías de investigación que podrían facilitar el diagnóstico y el tratamiento de algunas de las enfermedades neurodegenerativas más comunes -como el alzheimer o el párkinson-.

El Centro Nacional de Neurotecnología contará con una plantilla de unos 200 investigadores; está dotado con una inversión de 40 millones de euros procedentes de fondos europeos del Plan de Recuperación; y prevé alcanzar, a través del través del consorcio del Estado con la Comunidad de Madrid y la Universidad Autónoma, una inversión de 200 millones de euros en los próximos quince años.

Vanguardia de la investigación del cerebro; centro de referencia nacional e internacional; sueño hecho realidad; ejemplo de colaboración entre instituciones públicas y de participación privada; han sido los argumentos esgrimidos y más repetidos hoy por todos los representantes de las administraciones públicas e investigadores que han intervenido en el acto.

Y entre ellos, el neurobiólogo español Rafael Yuste, catedrático en la Universidad de Columbia (Estados Unidos) y uno de los principales impulsores de este proyecto, quien ha valorado todas las iniciativas científicas y tecnológicas que se ponen en marcha para «mapear» la actividad cerebral y tratar de cambiarla.

Yuste, considerado además como uno de los «padres» del proyecto «Brain» que impulsó la administración de Barack Obama y que aglutina los esfuerzos de más de 500 laboratorios de todo el mundo, participa ahora en el nuevo Centro Nacional de Neurotecnología como consultor científico.

Durante su intervención en el acto, Yuste destacó la importancia «gigantesca» de la investigación para comprender cómo funciona la mente humana y tratar de alterarla; ¿para qué?, se preguntó, y respondió que hay que hacerlo «por los pacientes», para conocer el origen y la evolución de las enfermedades mentales y neurodegenerativas.

«Si no conocemos el sistema no podemos actuar sobre él», subrayó el neurobiólogo, quien destacó las razones científicas, sanitarias y económicas que justifican estas inversiones.

Yuste valoró que España se sume con este Centro a la iniciativa mundial «Brain» y aseguró que ningún país del mundo tiene, como ahora España, un centro único que aglutine toda la investigación neurocientífica del país. «Visto desde fuera resulta maravilloso», dijo el neurobiólogo, y celebró el entendimiento y la colaboración entre administraciones de distinto signo político.

La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, subrayó la oportunidad que este centro ofrecerá para «repatriar» talento nacional y atraer talento extranjero, de contribuir a corregir los desequilibrios que existen en España entre la producción científica y las aplicaciones reales, y de promover redes de colaboración con otros centros y universidades españolas en esta materia.

Calviño defendió además los principios éticos de la investigación y el «humanismo» que debe guiar siempre la digitalización y todas las líneas de investigación, más aún cuando se trata de un órgano como el cerebro, y se mostró convencida de que España ha dejado de ser un espectador y se ha situado como uno de los actores y líderes principales de los grandes proyectos científicos y tecnológicos del mundo. EFE