Preocupación y esperanza

Luis Ochoa Maldonado

La consulta popular refleja la ansiedad social ante la inusitada violencia, que no da tregua, con el sicariato, extorsión y secuestro en el país, con ilusión que el fortalecimiento del estado alcance, a reprimir los grupos de terroristas, para mermar esta ola de inseguridad, que mantiene en ascuas a la población, desde hace décadas especialmente en la costa; que de manera sostenida se agrava aún con el control militar, cuando todavía se encuentran armas, explosivos en las cárceles y arsenales de fusiles  por doquier en territorio cercano al mar, que indica que estamos ante una poder desmesurado, a través de los años de dejar pasar, dejar hacer a la narco delincuencia, inclusive con cooptación de algunos policías y que decir de los encargados de emitir justicia.

Lo que mantiene una luz de esperanza es el destape de la corrupción en sus más altos quilates, con operativos metástasis, purga, etc. Que ha puesto en evidencia como se han apoderado de la patria verdaderos sátrapas que han ocupado altas investiduras: en la Corte Nacional de Justicia, Consejo de la Judicatura, Asambleístas, militares hasta periodistas involucrados. Que están siendo investigados para responder sobre atracos, en complicidad con el terrorismo de narco estado. Situación confirmada paralelamente con el enjuiciamiento del ex contralor Polit, prófugo en Ecuador que fuera sentenciado en los Estados Unidos, desenmascarando a la podredumbre en que se desenvuelven los asuntos estatales. Quedando ante las realidades sin respuesta de sus exsocios revelados, que vergonzosamente dicen no le conocían. Quien les cree todavía.

La moraleja de que cuando el presidente no roba, nadie roba y el dinero alcanza; dicho por el Expresidente Gutiérrez, es la señal para quienes en el sector público deben honrar al servicio y no a la pillería, como debe ser. También para la parte privada cleptómana, que está siendo arrinconada por la fuerza de la Fiscalía, en sus ganancias mal habidas como en tiempos de pandemia, se les acabo los habeas corpus comprados, ventajas en las cárceles, etc.  Mas vale andar honesto, para no pagar luego con arrepentimientos en la prisión. (O)