El viejo y querido Colegio Nacional “Benigno Malo”

“Gaceta del Ecuador” del domingo 4 de junio de 1843, trimestre 38, número 491, que publica el Decreto del 8 de mayo de 1843 y ejecútese del 15 de mayo del mismo año.

Como antecedentes previos se debe señalar que el 8 de mayo de 1843, a poco más de un mes de expedida la Tercera Constitución del Ecuador (23-III-1843), la Asamblea Constituyente expide Decreto mediante el cual, ordena la creación de Centros Educativos Secundarios en Guayaquil y Cuenca. Esta Asamblea Nacional estuvo representada por los diputados del Azuay, Francisco Eugenio Tamariz Gordillo, como presidente; y, Bernardo Baste, como vicepresidente. El ejecútese al Decreto lo expide Juan José Flores, el 15 de mayo de 1843.

Será este Decreto-Ley el primer antecedente de fundación de los actuales Colegios “Vicente Rocafuerte” de Guayaquil; y, “Benigno Malo” de Cuenca, instituciones educativas a las que muy bien podríamos denominarlas como hermanas gemelas que nacen al amparo de la misma ley. No obstante, situaciones de índole política-social del momento -Revolución Juliana y ocaso de los mandatos presidenciales de Flores-, serán los que impiden que estos dos “Colegios Nacionales” se establezcan y entren al desempeño efectivo de sus actividades.

Decreto de fundación del colegio “San Gregorio”

Años más tarde, el 16 de octubre de 1858, mediante Decreto expedido por el Senado y Cámara de Representantes del Ecuador, se restablece en la ciudad de Cuenca, el “Colegio Nacional”, en esta ocasión bajo la denominación de “San Gregorio”. Será elpresidenteFrancisco Robles, quien, a través de un ejecútese del 28 de octubre de 1858, hace más cercana esta vieja aspiración, estableciéndose, inclusive, rentas para la subsistencia del establecimiento y designándose como rector, al doctor Mariano Cueva Vallejo; y, profesores, a los doctores Juan Jaramillo y Rafael V. Borja.

Será Vicente Palacios, diputado por el Azuay, quien gestionaría la materialización de este Decreto a través de un largo proceso que se remontaría a 1852, cuando concurre por primera vez al Congreso junto al doctor Juan Bautista Vásquez. No se materializa el Decreto por la denominada crisis política de 1859, ocasionada por la suscripción con el Perú -en la ciudad porteña- del tratado Franco-Castilla, desencadenando en la conformación de los denominados “Gobiernos de la Crisis” (varios gobiernos provisionales), crisis que llegó a su fin en enero de 1861, con la designación de Gabriel García Moreno, como presidente; y, Mariano Cueva Vallejo, como vicepresidente.

Junto a la Plazoleta de Santo Domingo, lugar en el que se estableció el Colegio Nacional “San Gregorio”, luego la Universidad de Cuenca y posteriormente el Colegio “Manuela Garaicoa de Calderón”

Decreto final del 13 de octubre de 1863

Será en esta ocasión la inquebrantable visión y persistencia del doctor Juan Bautista Vásquez, quien, como auténtico oficiante de la educación, consigue que Congreso y Cámara emitan Decreto, estableciendo rentas para la instalación del ya denominado “San Gregorio”, hecho que se concreta el 13 de octubre del 1863. Para la fecha, el doctor Vázquez, ostentaba la designación de presidente de la Cámara de Diputados. Será Gabriel García Moreno, quien emite un ejecútese con fecha 14 de octubre de 1863 (Leyes y Decretos del Congreso Constitucional de 1863. Imprenta Nacional. 1864).

Materialización

Será el mismo doctor Vásquez, quien en forma personal, supera varios inconvenientes y consigue que la Comunidad Religiosa de Santo Domingo, transfiera a favor del Colegio, un espacio físico propio y adecuado. Así, un sábado 30 de enero de 1864, autoridades, profesores, alumnos, padres de familia y ciudadanía, inauguran el inicio formal de sus actividades, celebrando oficialmente este acontecimiento, que cerró al mismo tiempo un lamentable capítulo de postergación y olvido, debido a las vicisitudes y circunstancias de la época.

Las primeras enseñanzas se dan en un acomodado escenario, ubicado hacia al extremo oriental de la actual Iglesia, en cuyo lugar se improvisó como aula, los espacios de un angosto zaguán y como primeros pupitres unas cuantas tablas y ladrillos. En reconocimiento a la Colectividad Religiosa de Santo Domingo, el Colegio Nacional “San Gregorio” asume fraternalmente los colores “blanco y negro” de la comunidad, mismos que son oficialmente incorporados como colores del uniforme del Plantel, en el rectorado de Don Manuel Antonio Corral Jáuregui (1952-1960).

Dr. Juan Bautista Vásquez (1821-1899). No existir un justo reconocimiento a su invalorable aporte. Ya lo dijere Agustín Cuesta Vintimilla: “Este digno varón, digno es pues, de eterno recuerdo en las blancuras del mármol; pero nada hemos hecho por él…”

Primer cuerpo administrativo

Lo conforman: Dr. Juan Bautista Vásquez, rector; profesores: José Félix Chacón, Manuel Vásquez Loyola, Manuel Eloy Salazar, José Miguel Ortega, Agustín Cueva Vallejo, José Oramas, Antonio Ortega, David Granda Espinoza, José Romualdo Bernal; y, Benigno Ramírez. Manuel Torres Aguilar, colector; y Manuel Mogrovejo, portero.

Primeros alumnos

Sección secundaria y superior: Nicolás Sojos, Vicente León, Honorato Vázquez, Miguel Moreno, Federico Proaño, Manuel J. Calle, José María Borrero, Julio Matovelle, Ezequiel Márquez, Federico Malo, Rafael María Arízaga, José Peralta, Ramón Borrero Galup, Antonio Vega Muñoz, Jesús Arriaga, Alberto Muñoz Vernaza, Remigio Crespo Toral, Alberto Muñoz Vernaza, Gonzalo S. Córdova, Octavio Cordero Palacios, Guillermo Harris, entre otros.

El establecimiento acogió fraternalmente juventud guayaquileña, quiteña, manabita, riobambeña, cañarense, lojana y de otras provincias. Para 1868 estudiaban en el Colegio Nacional, Marcos y Manuel Alfaro, hermanos de Eloy Alfaro Delgado. A la muerte del doctor Benigno Malo Valdivieso -abril de 1870-, el estudiante Marcos Alfaro expresaría sentidas palabras junto a su féretro, como también lo hicieren Federico Proaño y Manuel F. Córdova.

Exalumnos del Colegio Nacional “Benigno Malo” -promoción 1983-1984-, junto a su querido ex maestro de Educación Física, licenciado Casimiro Torres.

De “San Luis” y “Benigno Malo”

Entre 1869-1876, el Colegio “San Gregorio”, pasa a ser administrado por la Comunidad Jesuita, bajo la dirección del sabio padre italiano Miguel Franco, quien es designado rector. Deja de llamarse “San Gregorio” para denominarse Colegio Nacional “San Luis”, en honor a “San Luis Gonzaga”.

A partir de 1910, deja de llamarse Colegio Nacional “San Luis”, para denominarse Colegio Nacional “Benigno Malo”, en honor a quien fue primer rector del “alma mater” cuencana. Quien propone e impulsa el nombre del doctor Malo, es el doctor José Peralta, filósofo liberal y humanista, ex alumno del establecimiento y rector durante el periodo 1895-1897.

Membrete del Colegio Nacional “San Luis” impregnado en oficios del plantel. Colección del doctor Miguel Díaz Cueva.

Su blasón, biblioteca y museo

En 1920, la Junta conformada por los doctores Emmanuel Honorato Vázquez, Alfonso Moreno Mora y José Rafael Burbano, presenta e incorpora un ¨Escudo” partido de derecha a izquierda. La parte superior lleva, sobre un campo de azur, una antorcha encendida, empuñado por una mano vigorosa, enfrentada a una estrella blanca.

La parte inferior, lleva sobre un campo de plata, una cadena sinople coronando el escudo. En caracteres góticos, cuenta con la leyenda; “ALTA PETENS”, cuyo lema invita al estudiantado direccionar sus esfuerzos hacia “lo más alto”, a lo excelso, a lo mejor, hacia “DIOS”. En el escudo, la antorcha vigorosamente empuñada que llamea hacia lo alto, simboliza la “espiritualidad del trabajo”; la cadena que es parte del Escudo de Armas de Cuenca, simboliza la “fidelidad del deber”.

La biblioteca del Colegio, en su género, se constituye en la más antigua del país, ya que nace con la fundación misma del colegio (1864). El Museo empezó a conformarse a partir de 1890, cuando el presidente Eloy Alfaro, donó una colección zoológica adquirida a la Casa Deyrole de París.

Viejo y querido colegio

Como no recordarte “viejo y querido Colegio

si ese añorado perfume de mi recordada adolescencia,

se conjugó acertadamente con tus arraigados y firmes

valores de unidad, preparación y constancia,

claramente sintetizados en los nobles objetivos de tu bella ideología.

ALTA PETENS”: “ASPIRANDO LA ALTURA”.

Como no recordarte “viejo y querido Colegio”, si en la resplandeciente presencia de los recuerdos, se mantienen vivos y radiantes los entrañables profesores y compañeros de aula,

hermanos en la ilusión que complementan la familia.

Como no recordar “viejo y querido Colegio”,

aquella viva ilusión de quien también se encaminó

por tus senderos

…Mi querido Padre…

De quien, junto a mis hermanos recibimos anhelos, ilusiones y esperanza.

Posta bendita que da color y sentido al gran escenario de la vida,

confiada a ti, para cimentar nuestra existencia,

a través de una enseñanza intacta que hoy bendice tu presencia

y la de tus fieles pupilos del ayer, hoy, mañana y siempre.

D. F. R. M.

Por: Diego Felipe Rodríguez Muñoz

Fotos obra “Alta Petens” D.F.R.M

Primera Parte