Sinfónica de Cuenca presentará concierto en Todos Santos

Bajo la dirección del maestro Augusto Carrión Rodas, la orquesta presentará un repertorio de tres compositores.

Maestro Augusto Carrión Rodas, Director Titular, durante un ensayo de la Orquesta Sinfónica de Cuenca.
Maestro Augusto Carrión Rodas, Director Titular, durante un ensayo de la Orquesta Sinfónica de Cuenca. Cortesía

La Orquesta Sinfónica de Cuenca ofrecerá un concierto en la iglesia de Todos Santos, este viernes 12 de julio de 2024 desde las 20:00. Bajo la dirección del maestro Augusto Carrión Rodas, director titular, la orquesta presentará un repertorio de tres compositores.

“Empezamos con la Obertura Guillermo Tell, una de las últimas óperas que escribió el compositor italiano Gioachino Rossini. Continuamos con el Adagio Spartacus de Aram Khachaturian y cerramos con la Sinfonía No. 4 llamada ‘Trágica’, del compositor Franz Schubert”, señaló el maestro Carrión.

Valor para contribución

El valor de la entrada para el certamen es de 5 dólares. Los fondos recaudados serán destinados como contribución para la conservación del patrimonio de Todos Santos, apoyando de esta manera la preservación del legado cultural.

La Obertura de la ópera Guillermo Tell es una de las obras más célebres y reconocibles del compositor Rossini. La introducción a su última ópera se ha ganado un lugar especial tanto en las salas de conciertos como en la cultura popular.

Adagio Spartacus de Khachaturian, compuesto en 1954, es una obra que narra la historia del famoso líder esclavo Spartacus y su rebelión contra la República Romana. Una obra emotiva y lírica que destaca por su belleza melódica y su rica orquestación.

La sección del ballet representa el amor y la devoción entre Spartacus y su esposa Phrygia, y es conocida por su capacidad para evocar sentimientos de pasión, ternura y esperanza.

La “Sinfonía Trágica” muestra la influencia de compositores como Haydn y Mozart, mientras destaca el genio melódico de Schubert. La obra es notable por su intensidad emocional y su profundidad. Aunque no se interpretó en vida de Schubert ha ganado reconocimiento como una de sus sinfonías más poderosas. (PNH)-(I)

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