Me he pasado rompiéndome la cabeza con dos asuntos. ¿Cómo así, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos solicita al gobierno ecuatoriano la adopción de medidas cautelares para preservar la vida y la seguridad de Paola Pabón, Virgilio Hernández y Christian Cruz, y, en menos de lo que parpadea un perico, también hace la misma solicitud para Jorge Glas? ¿Han sido atacados estos jóvenes en algún momento en la cárcel de Latacunga? ¿Han intentado envenenarlos? ¿Se encuentran gravemente enfermos?, y en el caso de los tres primeros hasta se ha anulado su prisión preventiva. ¿No será que la presencia del abogado Patricio Pazmiño Freire como miembro de la Corte Interamericana de DD.HH, y puesto ahí por el ex presidente Correa, tiene que ver con estas decisiones tan agiles y poco explicables de la Comisión?. Primer asunto. Y segundo, ¿cómo hizo la ciudadana Pabón para ponerse un pantalón “tubo” si ya tenía colocado el grillete? Habilidades de la “revolución ciudadana” en este país donde la prefecta del Pichincha ha inaugurado el portar un grillete electrónico, como una condecoración al mérito.
Y hablando de méritos, los dirigentes indígenas Iza, Vargas, Pandam y Tiban, cada uno por su cuenta, han echado números luego de las movilizaciones de octubre y han sacado como conclusión que un líder de Pachacutik será el nuevo inquilino de Carondelet a partir del 2021, Ya andan recorriendo el país, cada uno por su cuenta, haciendo méritos y tratando de lograr el apoyo de las huestes indígenas. Lo que falta definir es quien de ellos va a ceder semejante posibilidad pues, según sus allegados, cada uno se cree, centímetro por centímetro, con el suficiente derecho para acceder a la presidencia del país. Tampoco faltan los comedidos y los adherentes. Los primeros, que andan preguntando que hay que hacer para apoyar y cuál va a ser la tajada del reparto. Y los segundos, buscando encaramarse, así haya que ponerse el poncho, para figurar como “aliados” y cogobernantes. La verdad es que el humo de los incendios de octubre parece que aún mantiene nublada la visión de ciertos dirigentes políticos. ¡Digo nomás! (O)