Luego de las elecciones seccionales de marzo 2019, de los acontecimientos de protesta social de octubre pasado y de las reformas electorales en espera de veto presidencial y ratificación de la Asamblea Nacional, el nuevo mapa político de Ecuador está a prueba.
El país empieza un nuevo año electoral, que será difícil tras las dudas sobre el organismo rector y las nuevas reglas de juego; que las organizaciones políticas deben considerarla, previo su postulación en los próximos comicios
La ruta hacia las nuevas elecciones se evidencia con más incertidumbre; a pesar de que en las elecciones pasadas se visibilizaron seis fuerzas políticas con la mayor votación, esto es relevante pero no un indicador escrito en piedra; porque la dinámica a nivel subnacional no es la misma a nivel nacional. Aunque la tendencia parece estar marcada, las elecciones presidenciales dejarán sorpresas, se esperan outsiders, pero también a los mismos de siempre. (O)