El Gobierno de Estados Unidos anunció sanciones contra el vicepresidente primero de Sudán del Sur, Taban Deng Gai, por su presunta implicación en abusos «graves» de los derechos humanos.
En un comunicado, el Departamento de Estado informó de las sanciones al político por su supuesta relación con la desaparición y muerte de dos activistas proderechos humanos en 2017, que no identificó.
Deng Gai «ha actuado en nombre del presidente sursudanés Salva Kiir para dividir y sembrar la desconfianza, expandir el conflicto en Sudán del Sur e impedir el proceso de paz y reconciliación», se indicó en la nota.
El Departamento de Estado subrayó que las desapariciones y las ejecuciones extrajudiciales de figuras de la oposición y de la sociedad civil, cuyos puntos de vista difieren de las autoridades, «son acciones diseñadas para silenciar la disensión e imponer un estatus quo político».
Advirtió de que ese tipo de violaciones de los derechos humanos frustran el espacio político necesario para aplicar complemente una paz duradera en el país africano.
EE.UU. instó, además, al Gobierno sursudanés y los líderes opositores que actúen de inmediato para distanciarse de aquellos que no buscan la paz.
Como consecuencia de las sanciones, quedan congelados los activos que los individuos, entidades y empresas designados por el Ejecutivo de EE.UU. puedan tener bajo jurisdicción estadounidense y se les prohíbe hacer transacciones financieras con ciudadanos del país.
Deng Gai, antiguo aliado del anterior vicepresidente, Riek Machar, asumió el puesto en agosto de 2016 dentro del Gobierno de unidad nacional formado por Kiir y la oposición en abril de ese año.
El conflicto en Sudán del Sur estalló después de que Kiir, de etnia dinka, acusara a su vicepresidente Machar, de la tribu nuer, de un intento de golpe de Estado en diciembre de 2013.
En diciembre pasado, Kiir y Machar, en calidad de líder de la oposición, se comprometieron a formar un Gobierno de unidad en el último plazo establecido, después de posponerlo por segunda vez durante 100 días poco antes de que expirase el pasado 12 de noviembre. EFE