Una dura crítica social es el hilo conductor del I Festival Cómico Ecuatoriano que, a punta de carcajadas, busca provocar reflexiones sobre temas tan serios como la migración, el embarazo adolescente, los valores, los estereotipos, la salud pública y la política.
En ello coincidieron este miércoles en una rueda de prensa los artistas ecuatorianos Carlos Michelena, Ana María Balarezo y el colombiano Jaime Andrés López que, junto al comediante local, radicado en Estados Unidos, Alfredo Campo, protagonizarán el Festival desde el próximo viernes hasta el 2 de febrero.
EL PELIGRO DE LOS ESTEREOTIPOS
«¿Por qué estoy sola si soy cuerazo?», es una de las piezas del festival, que invita a una reflexión sumamente seria del daño que hacen los estereotipos.
Ana María Balarezo, que se encargará del mencionado monólogo, comentó a Efe que «vivimos en un mundo en el que los estereotipos que imponen en la sociedad, hacen que estemos preocupados más en cirugías, en ir al gimnasio, de estar bien físicamente cuando nos olvidamos que lo más importante es ser nosotros mismos».
La obra habla de que «lo físico es lo secundario, que lo que importa es tu autoestima, amor propio y cómo te sientas», avanzó al comentar que el Festival busca una reflexión sobre uno mismo y sobre el aporte de cada uno a la sociedad.
SENTIDO CRÍTICO
Michelena, uno de los más famosos artistas del humor reflexivo de la capital ecuatoriana, llevará a las tablas realidades cotidianas para recrearlas con «un sentido crítico» en el que cuestiona la pérdida de la individualidad o de los sueños personales.
Famoso por sus reflexiones políticas, que han molestado a más de un funcionario público a través de los años, Michelena sostiene que el arte es un instrumento para romper barreras.
«El Miche cuántico», que presentará en el Festival, aborda el dolor de la migración, habla del servicio de salud, de los efectos del uso de la tecnología en la sociedad, de la falta de respeto entre ciudadanos y de la relación entre el Estado y la población.
Capítulo aparte dará al tema del internet, el teléfono celular, un aparato que Michelena se honra en no usar pues considera que ha contribuido a la pérdida de valores en la sociedad.
Aunque reconoce que la tecnología puede facilitar la vida en algunos aspectos, rechaza tajantemente que se hagan virales situaciones, fotos o videos descontextualizados que perjudican a las personas.
«Cómo voy a estar de acuerdo con un aparato tecnológico que promueve en la gente una actitud más bien egoísta, desaprensiva, inmoral, antiética», dijo Michelena en entrevista con Efe al asegurar que -en su opinión- es mínimo el porcentaje de quienes usan el móvil en forma positiva.
De 65 años, Michelena está vinculado al teatro desde los 15 y desde hace años se presenta cada semana en un parque de la capital, donde arranca carcajadas de los espectadores a cambio de las monedas que le dejan voluntariamente.
De humor inteligente, sagaz y reflexivo, Michelena aprovecha su arte para denunciar la hipocresía, la manipulación, y para analizar las consecuencias de la migración.
LA COMEDIA NO ES DECIR «CUALQUIER TONTERA»
Con el monólogo «No tengo ni idea», el colombiano Jaime Andrés López, que reside en Ecuador hace 22 años, también hablará sobre la migración, pero desde el lado del acoplamiento a una nueva sociedad.
López asegura que se puede hacer una «crítica social bastante interesante» desde la comedia, un arte que no es «pararse y decir cualquier tontera».
«Es más fácil hacer llorar que hacer reír», aseveró en la rueda de prensa antes de añadir que tras cualquier comedia hay «una estructura muy compleja, poderosa y fuerte».
Sostiene que la comedia ayuda a culturizar y educar al público, mientras que Michelena cree que el espíritu del arte «es rebelde» por lo que cuando crea no le preocupa mucho complacer al público sino denunciar lo cotidiano, sacarse «los diablos», propiciar una reflexión sobre temas muy serios… a punta de carcajadas. EFE