Mateo Piedra siempre lleva presente un consejo de sus padres. “Desde chico me inculcaron que debo ser exitoso en lo que quiero ser. Me dieron libertad para que escoja, yo decidí ser futbolista y debo ser exitoso para hacerlos orgullosos a ellos”.
El estudio es parte de su rutina. Tenía planes para ser periodista deportivo, pero se decantó por otra carrera. “Estudio a distancia Derecho en la UTPL (Universidad Técnica Particular de Loja). Era Derecho o Comunicación, pero como algunos de mis compañeros (como Diego Jerves) entraron a Derecho, yo también lo hice”.
Jerson Stacio le hizo debutar en Primera División en Sangolquí frente a Independiente del Valle. Le hizo jugar los 90 minutos un cuatro de julio de 2019. Por segundo año disfruta una pretemporada con el primer plantel. “Somos una mezcla entre experiencia y juventud. Realmente creo que todos estamos listos para dejar el alma por el Deportivo Cuenca”.
Los trabajos se hacen más llevaderos con amigos de las inferiores. “Es bonito subir con gente que conoces durante años, pero lo más bonito es que subes por méritos no porque haga falta o necesitan”.
Día a día se levanta con la meta de ganarse un puesto de titular. “Es lo más difícil dentro del fútbol, pero el puesto se gana con trabajo, con esfuerzo y jugando bien al fútbol”.
Ve en Anthony Bedoya y Brian Cucco, ejemplos a seguir. “Tienen experiencia, puedo aprender y sacar mucho de ellos para intentar mejorar como persona”. En su posición, admira el juego del español Sergio Ramos.
Dios, la familia y el fútbol son pilares fundamentales en su vida y para tenerlos siempre presentes a sus 18 años se hizo un tatuaje en el brazo derecho que engloban esos tres aspectos. (BST)-(D)