Muy independientemente de la polarización política, de su ideología o preferencias, de sus niveles de odio o amor por cualquier mandatario, todo ciudadano ecuatoriano de izquierda o derecha, obrero o emprendedor, debe hacerse una pregunta: ¿a dónde está yendo la plata prestada?
Según cifras oficiales del Banco Central del Ecuador y del Ministerio de Economía y Finanzas del Ecuador, la actual gestión de Lenín Moreno en solo dos años y medio se ha endeudado en un monto total de casi USD 15.000 millones, y según las mismas cifras de estas instituciones, la economía está en recesión.
El país sufre, de acuerdo a cifras oficiales del INEC, un alza del desempleo, de la pobreza y de la pobreza extrema, de manera que muchos de los indicadores de los cuales se puede servir el ciudadano para medir el rendimiento de la estrategia económica de un gobierno son lamentablemente desfavorables.
Ahora bien, la gestión presidencial anterior, plagada de acusaciones sobre endeudamiento y casos de corrupción por sobreprecios y coimas, le ha dado paso a un nuevo modelo que no parece ser demasiado coherente dadas las cifras oficiales de endeudamiento y los resultados fehacientes que experimenta la ciudadanía día a día.
El panorama
Según la economista Lara Merling, investigadora del International Trade Union Confederation (ITUC), el Ecuador se ha ceñido a un plan muy parecido al que le preparó el FMI a Macri, y se trata de medidas similares “que van a potenciar la fuga de capitales y un mayor ajuste en su economía”.
De las palabras de Merling se puede advertir un riesgo enorme de desplome de la dolarización por la fuga de divisas al exterior, lo cual se encaja perfectamente con dos noticias muy recientes: los bancos reportan ganancias de USD 560 millones y los mismos bancos lideran los grupos que sacan divisas del país.
Ya se sabe, según cifras oficiales, que la administración anterior se endeudó con cerca de USD 25.000 millones en 10 años y hasta el más negacionista entiende que se invirtió en uno que otro proyecto de infraestructura. Sin embargo, Moreno ha pedido prestado en solo dos años y medio casi USD 15.000 millones sin ningún grupo de obras emblemáticas que le respalde. Por eso la pregunta: ¿a dónde está yendo la plata prestada?
La respuesta
El economista de la PUCE, Luis Fierro Carrión, en septiembre de 2019 se preguntaba: ¿Por qué el Ecuador sigue endeudándose así?, teniendo en cuenta que la administración anterior se endeudaba con los chinos con intereses del 6,52 % y ahora Moreno se endeuda con el FMI con tasas superiores al 9,31 %. El economista, sin saber, coincidía con Lara Merling sobre la receta de Macri, diciendo: “En todo esto, tenemos el contexto de la crisis en Argentina, que podría irse agravando”.
Hay que recordar que Macri superó al Gobierno de Cristina Fernández en casi todo, pero para mal. Dejó al país bajo la fórmula del FMI, endeudado y en recesión. Lo recibió con el 2,7 % de crecimiento y lo dejó con un PIB del -3,1 %; asumió la inflación en el 27 % y la dejó en el 55 %; tras su salida el desempleo quedó con un índice del 10 %, cuando había heredado este rubro en poco menos del 8 %; y para finalizar su gestión dejó al menos cinco millones de nuevos pobres.
En el caso ecuatoriano la duda está en saber a dónde se está yendo esa plata que se pide prestada. Las opciones son múltiples, una parte de ese dinero se va en importación de productos que llegan al comercio, otra parte está saliendo al exterior, y otra en gasto corriente, pero no en inversión.
MSc. Antonio Valdez