La mina a gran escala Mirador, situada en el sureste de Ecuador, exportó este miércoles su primer cargamento de 22.000 toneladas de concentrado de cobre a China, con un valor aproximado de 25 millones de dólares.
Así lo dio a conocer el Ministerio de Energía y Recursos Naturales No Renovables, cuyo titular, José Augusto, explicó que la mina, situada en la provincia de Zamora Chinchipe, podría generar «más de 36.000 millones de dólares por concepto de exportaciones de mineral para los próximos 30 años de vida útil del yacimiento».
La producción del mineral se inició en junio pasado y para proceder con la venta, la empresa Ecuacorriente S.A., operadora de la mina, solicitó a la Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom) la toma de muestras del material extraído.
Este procedimiento estuvo a cargo de la compañía S.G.S. del Ecuador S.A, uno de los cuatro laboratorios registrados por la autoridad competente.
Los resultados de este proceso determinaron la cantidad de cobre, oro y plata existentes en el cargamento.
Tras este procedimiento la Arcom otorgó el Certificado de Exportación requerido por el Servicio Nacional de Aduanas del Ecuador (Senae) y el Comité de Comercio Exterior (Comex).
El concentrado de cobre de Mirador fue obtenido tras la extracción de roca mineralizada y su recuperación metalúrgica, por medio del método de flotación.
Con una inversión total aproximada de 2.015 millones de dólares, Mirador ha generado cerca de 11.000 plazas de empleos directos e indirectos.
La exportación anunciada «marca un nuevo hito para el sector energético minero», subraya el Ministerio del ramo, después de la primera exportación de concentrado de oro de la mina Fruta del Norte, en diciembre de 2019.
Según el Ministerio, el potencial minero de Ecuador se estima en unos 200.000 millones de dólares concentrados en cinco proyectos a gran escala que se encuentran en etapas de exploración y desarrollo.
Mirador es el proyecto minero de mayor avance hasta el momento.
Comunidades indígenas que habitan el sector de la mina Mirador y grupos ecologistas se han opuesto a las operaciones mineras a gran escala, por el temor de que esa actividad pueda afectar el ecosistema de la región amazónica, sobre todo las fuentes de agua. EFE