Por vez primera en 175 años de historia una mujer, María Gámez, dirigirá la Guardia Civil española, un cuerpo policial de naturaleza militar fundando en 1844, que depende de los ministerios del Interior y de Defensa.
Sus más de 80.000 agentes, muy valorados, ejercen funciones de seguridad ciudadana, orden público, auxilio y rescate, contra el terrorismo y el narcotráfico, vigilancia fronteriza, regulación del tráfico de automóviles y conservación de la naturaleza, entre otras.
El Ejecutivo español, que preside el socialista Pedro Sánchez, nombró a Gámez este viernes a propuesta del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que esta semana destituyó al anterior director, Félix Azón.
«Es un honor que asumo con ilusión y responsabilidad. Estoy a disposición de toda la Guardia Civil», escribió en Twitter Gámez, que se mostró «abrumada y agradecida» ante las muestras de cariño por su nombramiento.
Pionera en ocupar cargos públicos tradicionalmente masculinos, es licenciada universitaria en Derecho, tiene 50 años, está casada, tiene tres hijos y once hermanos. Es hija de un farero y pudo completar los estudios gracias a un benefactor anónimo.
Declarada feminista y activa en redes sociales, nació en Sanlúcar de Barrameda (provincia de Cádiz, sur). Además de especialista en Derecho Constitucional Sanitario, es diplomada del Programa de Alta Dirección de Empresa del Instituto Internacional de San Telmo.
Desde junio de 2018 era también la primera mujer representante del Gobierno español en Málaga, con responsabilidad de coordinación de las fuerzas estatales de seguridad en esa provincia del sur de España.
En este cargo ya conoció de primera mano el trabajo de la Guardia Civil, como en el rescate de un niño de dos años que cayó en enero de 2019 a un pozo de 110 metros de profundidad en la localidad malagueña de Totalán, aunque fue encontrado muerto, un caso que tuvo en vilo a toda España.
Pero también en los casos de homicidios debidos a ajustes de cuentas en la Costa del Sol o asesinatos machistas, entre otros sucesos.
La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, manifestó el «orgullo» de que por vez primera sea una mujer la directora general (un cargo civil) de este cuerpo, mientras que las asociaciones de guardias se felicitaron por el nombramiento con la esperanza de que atienda sus reivindicaciones de mejoras laborales y profesionales.
El opositor Partido Popular (conservador) le deseó «el mayor de sus aciertos» en la gestión e incidió en que los agentes necesitan «más y mejores equipamientos». EFE