Según los registros históricos, cuando se inauguró el hospital del IESS en la década del 60, en la avenida Huayna Cápac, en él había todo tipo tecnología, que en aquel entonces era considerada como la mejor.
Con el paso de los años la evolución se hizo presente y el espacio físico ya no daba cabida a los enfermos, y el edificio fue abandonado. Desde entonces hubo varias preguntas, pero la principal era: ¿qué va a pasar con el edificio?
Casi dos décadas tuvieron que quedarse atrás para conocer la respuesta, y sobre todo, para volver a ver el movimiento de personas dentro de la infraestructura que es considerada patrimonial.
En el 2017, la Universidad de Cuenca adquirió el edificio con el afán de construir el primer Centro de Innovación de la Salud, y desde hace varias semanas un grupo de albañiles trabaja en ella.
Si uno camina por los alrededores del ex hospital podrá ya observar cambios: gran parte del cerramiento ha sido remodelado y en ciertos sectores de la fachada tienen otro color.
“Nos parece interesante que cuando se inauguraba el ex hospital era el espacio de mayor tecnología en la región y ahora nuestra mirada es la misma, queremos tener un espacio con la mejor tecnología”, dice Lorena Escobar, gerente de la Empresa Universitaria de la Salud.
Si bien los trabajos iniciaron, la intervención importante se prevé que empiece en mayo, cuando se tenga la aprobación de los estudios de diseño para la reconstrucción de las dos plantas que dan hacia la Huayna Cápac. Esos espacios serán destinados a la consulta externa.
Integrar disciplinas
El Centro de Innovación de la Salud tiene como objetivo integrar las diferentes áreas de conocimiento a través de dos bases: la organización social del cuidado y el desarrollo endógeno. Por ejemplo, con la generación de información a través de la atención, se puede conocer las falencias que existen en cuanto a la salud.
Lorena Escobar, que está a cargo del proyecto del centro, explica que si un paciente con artritis dice que necesita un zapato elástico para mejorar la movilidad, desde el centro se puede conectar con otras áreas para que le elaboren el calzado; esto ayudaría a generar actividades económicas.
División de actividades
Además de los espacios de consulta externa habrá un bloque destinado para aulas de posgrado y programas de educación continua. Y se espera que en tres años, la Universidad de Cuenca cuente ya con un hospital de cuarto nivel.
“Queremos que la gente piense en Cuenca cuando quiera estudiar temas relacionados a la salud, esto va a ayudar mucho a la ciudad porque va a venir gente de todas partes”, dice Escobar.
Vivir mejor
En el centro también se tratarán cuatro problemáticas que preocupan a quienes están detrás del proyecto: enfermedades crónicas, enfermedades de alto costo, adulto mayor y dependencia. Para los profesionales médicos la gente vive más, pero con una condición, por ejemplo, que puede ser una enfermedad que no tiene cura o que ha llegado a la vejez solo.
Para ello se quiere plantear una serie de capacidades que están enmarcadas en el autocuidado, saber cuidar y dejarse cuidar. Estos puntos mencionados son primordiales para que la vida y la condición de un paciente mejore notablemente, que al final, es uno de los objetivos que tiene el Centro de Innovación de la Salud de la Universidad de Cuenca.
Detalle
Solo para la primera fase del proyecto se invertirá un poco más de 20 millones de dólares (con ese dinero también se construirán laboratorios).