Resulta positivo, con vista a la generación de empleos alternativos, la Ley sobre Emprendimientos que la Asamblea Nacional trató en días pasados, y espera que sea sancionada por el Ejecutivo, una vez que se la envíe. La falta de empleo adecuado y el subempleo, cuando no la desocupación absoluta de millones de conciudadanos en edad laboral constituye uno de los principales problemas que afecta a la sociedad ecuatoriana, y por lo tanto, cualquier proyecto tendiente a buscar alternativas al desempleo y subempleo, merece el apoyo de parte del Ejecutivo, y de la sociedad en general.
Ahora bien, los emprendimientos por supuesto no son algo nuevo en el país. Desde hace varios años, cientos de miles de personas que no han encontrado un trabajo formal, o que simplemente quieren ensayar nuevas alternativas ocupacionales que les produzcan beneficios para su sustento, han ejecutado proyectos de emprendimiento en las más diversas áreas, desde alimentos hasta la exportación a pequeña escala de productos no tradicionales, tratamientos no especializados de mejoramiento físico, proyectos de educación no formal, emprendimientos culturales, y muchos otros, que sería largo enumerar.
Sin embargo, aunque no existen estadísticas disponibles, de un número determinado de emprendimientos lamentablemente la mayor parte terminan en el fracaso, bien sea porque esta clase de iniciativas resultan repetitivas, como el caso de algunas líneas de alimentos, o por falta de orientación adecuada, aunque por lo general debe atribuirse estos emprendimientos frustrados, a la falta de recursos para sostenerlos en el mediano plazo.
El proyecto de Ley precisamente considera la entrega de un denominado “Capital Semilla” a los emprendedores y sus proyectos que resulten calificados, con el objeto de que puedan realizarse, y sobre todo mantenerse hasta que puedan generar beneficios. Este aspecto es básico, ya que caso contrario prácticamente pocos serían los proyectos de emprendimiento que finalmente resulten rentables para quienes los apliquen, y además con el asesoramiento necesario. (O)