Con alrededor de 3.200 hectáreas en conjunto, los bosques y páramos de las zonas de Curiquingue, Gallo Cantana y Mazán pasarán a convertirse en áreas protegidas si así lo aprueba el Concejo Cantonal de forma definitiva.
En la última semana se trató el tema en la Comisión de Ambiente del Concejo, informó el edil Diego Morales. Se definió la necesidad de llevar al seno del Cabildo una ordenanza que convierta a estas zonas en ‘Áreas de Conservación y Uso Sustentable, Autónomas Municipales’, es decir, áreas protegidas de Cuenca.
De acuerdo con el Ministerio del Ambiente, estos terrenos que en gran extensión han sido adquiridos por la Empresa de Telecomunicaciones, Agua Potable y Alcantarillado (ETAPA) para la conservación de fuentes hídricas se sumarán a las áreas de protección de la empresa Elecaustro en la cuenca del Machángara con una extensión de 16.291 hectáreas.
En estas zonas se tiene evidencia de la presencia de mamíferos como lobos de páramo, pumas y osos andinos, así como de hábitats del cóndor. Estos terrenos también son el hogar de 17 especies de anfibios que son únicos en el planeta.
El concejal Cristian Zamora acota que, de aprobarse la creación de las nuevas áreas protegidas, se estaría poniendo un freno a las concesiones mineras apostadas cerca del Parque Nacional Cajas y la estrategia podrá ser tomada como ejemplo para la protección de fuentes de agua en los páramos.
Una vez que la ordenanza sea tratada y aprobada en el Concejo Cantonal, esta será remitida al Ministerio del Ambiente para que incluya a Mazán, Curiquingue y Gallo Cantana en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Ecuador. (JMM) (I)