El Gobierno de Colombia se presentó hoy en el Foro Económico Mundial de Davos como defensor de la Amazonía y anunció que sus próximas acciones serán plantar 180 millones de árboles de aquí a 2022 y hacer que las comunidades que habitan ese territorio se encarguen de su cuidado y protección.
«El mayor desafío de nuestro tiempo es el cambio climático y no se podrá luchar contra él sin reforestación», declaró el presidente colombiano Iván Duque, en su principal aparición en el Foro de Davos, donde participó en un panel dedicado a discutir sobre la forma de garantizar un futuro sostenible a la Amazonía.
El auditorio estaba conformado por altos ejecutivos con intereses en Colombia, así como por representantes de organizaciones defensoras del medioambiente y activistas sociales que denuncian regularmente la explotación descontrolada de la Amazonía, que el año pasado perdió decenas de miles de hectáreas a causa de terribles incendios en Brasil y, en menor medida, en Bolivia.
El cambio climático y el desarrollo sostenible son los temas que están reteniendo la atención en esta 50 edición del Foro de Davos, donde la activista climática de 16 años Greta Thunberg le ha peleado el protagonismo al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Los recientes incendios incontrolados en Australia han añadido un sentido de urgencia a estas discusiones.
Duque, que asiste por segundo año consecutivo al Foro de Davos, dijo que el plan de plantar 180 millones de árboles se inscribirá en la iniciativa mundial anunciada por esta organización de plantar un billón de árboles en los próximos años.
Aseguró que en 2019 ya se plantaron en su país 24,7 millones de árboles y que espera que este año sean más de 60 millones.
Para este propósito se requieren instituciones adecuadas, dijo Duque, que señaló que el primer paso ha sido la creación del Consejo Nacional contra la Deforestación el año pasado, así como el lanzamiento de una campaña para luchar contra los grupos criminales responsables de la tala ilegal.
Presente como orador en la misma charla, el director de la Academia de Ciencia de Brasil, Carlos Nobre, dijo que el punto «de no retorno» del cambio climático se alcanzará cuando la temperatura haya subido entre 3 y 3,5 grados o la deforestación exceda del 20 al 25 % del territorio.
«Actualmente estamos en un 17 % de deforestación de la cuenca amazónica», indicó el científico.
Este problema incumbe no solo a Colombia, sino también a Brasil, Bolivia, Ecuador, Perú, Guayana, Surinam y Venezuela.
Nobre calculó que el mundo y Sudamérica en particular tienen una ventana de 15 a 30 años para detener totalmente la deforestación y recuperar las áreas perdidas para que la Amazonía pueda contribuir a frenar el cambio climático.
Por su parte, Duque también planteó la necesidad de crear «servicios medioambientales», entre los cuales mencionó la posibilidad de que las comunidades cumplan funciones de guardabosques.
«Las comunidades indígenas tienen que ser líderes en la protección de la Amazonía», agregó.
También lanzó la idea de que las ciudades que se encuentran en la Amazonía sean urbes «biodiversas», para lo cual propuso combinar el conocimiento de los académicos, un planeamiento urbanístico «que no sea disruptivo», un adecuado manejo del agua y una participación activa de las comunidades.
Nobre abordó la implicación del sector privado y sostuvo que una de las maneras más efectivas de reducir la deforestación hasta eliminarla es que las industrias apliquen una política empresarial «libre de deforestación» en toda su cadena de producción global. EFE