La percepción de corrupción se elevó en Panamá en el 2019 alimentada por la desconfianza de la ciudadanía en las instituciones públicas así como por la falta de ejecución de las leyes que combaten esta lacra, dijeron este jueves a Efe sociólogos y activistas panameños.
De acuerdo con el Índice de Percepciones de la Corrupción 2019, elaborado por la onegé alemana Transparencia Internacional (TI), Panamá obtuvo 36 puntos, uno menos que en el 2018, en una escala en la que 0 es la mayor percepción de corrupción y 100 la menor.
Así, Panamá se situó en el 2019 en el puesto 101 de 180 países y con ello continuó el descenso iniciado en el 2016 (38), y se colocó seis puntos por debajo de la media regional de 43 puntos, indicó este jueves la Fundación para el Desarrollo de la Libertad Ciudadana, el Capítulo panameño de TI.
Desde 2012 la mejor calificación de Panamá fue en el 2015, cuando obtuvo 39 puntos y el puesto 72 de 168 países, de acuerdo con los datos de la onegé alemana.
LA DESCONFIANZA Y FALTA DE NOCIÓN DE LO PÚBLICO
«El problema de la corrupción esta ligado a la desconfianza interpersonal en Panamá, así como la incapacidad de los ciudadanos de tener una idea acertada de lo público. Al final esta es una cuestión mucho más compleja que simplemente subir o bajar de puesto», dijo este jueves a Efe el investigador del Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales (CIEPS), Sergio García.
Según el Índice elaborado por TI, que recoge la percepción de expertos en políticas anticorrupción, en riesgo país, empresarios y académicos, Panamá se ubicó en el 2019 junto con Bosnia y Herzegovina, Kosovo y Perú.
«Esto es el resultado de 7 bases de encuestas que se han tomado para Panamá, en los que se puede ver que no se han hecho cambios en materias de protección de los denunciantes, a periodistas, que no se han mejorado las leyes de conflictos de intereses financieros, que el combate de corrupción a nivel judicial no ha dado los resultados que se esperan», declaró a Efe el presidente del capítulo panameño de TI, Carlos Barsallo.
El informe evaluó a los países entre septiembre de 2018 hasta agosto de 2019, período en el que Panamá tuvo cambios en su política, puesto que se recogen los 9 meses de administración anterior, las elecciones de mayo de 2019 y los tres primeros meses de actual gobierno, presidido por Laurentino Cortizo, del Partido Revolucionario Democrático (PRD).
«Cuando este gobierno aún era candidato, lo que hizo es comprometerse con el reto de la transparencia, incorporar en su programa de gobierno aspectos puntuales del combate a la corrupción. Lo que ahora falta es la ejecución de ello, y ver que lo convierten en realidad y no se queda en palabras», afirmó Barsallo.
UNA SITUACIÓN «NO TAN GRAVE» EN LA REGIÓN
A pesar de que este año Panamá recibió su segunda peor calificación desde 2012, el politólogo García se mantuvo positivo: «Panamá está en un nivel intermedio en la región, no es tan grave la situación».
El país se coloca por debajo de Argentina, Ecuador y Colombia, y por encima de Brasil, El Salvador, Bolivia y México.
Según los resultados difundidos este jueves, Venezuela y Nicaragua son percibidos como los países más corruptos de América Latina, y Uruguay y Chile como los más limpios.
A nivel internacional, Dinamarca y Nueva Zelanda abren el Índice de Percepción de la Corrupción (CPI), que cierran Somalia, Sudán del Sur y Siria, en una clasificación en la que la ONG alemana ve un «pasmoso número» de países con una mejora mínima o nula. EFE