El último sábado Luis Alfredo C. P., agente de la Policía Judicial (PJ), en la provincia de Azuay, en servicio activo, fue detenido por sospechoso de estar involucrado en el hurto de 11 armas de fuego que permanecían en las bodegas de esta institución bajo cadena de custodia como evidencias de hechos delictivos.
La aprehensión se registró luego de que uno de los agentes que estaba encargado de las bodegas y que iba a salir de vacaciones se percató de que una caja estaba abierta.
Al revisar en detalle comprobaron que faltaban 11 armas de fuego: cinco pistolas, cinco revólveres y una tipo subametralladora, que habían sido incautadas tras operativos contra organizaciones delincuenciales en la urbe.
Asimismo durante la inspección los agentes encontraron una tarjeta de débito en el piso que pertenecía al agente implicado. Además habían huellas de pisadas sobre algunos documentos en el área de archivo y las seguridades de la puerta principal de la bodega estaban forzadas.
Con estos indicios los policías acudieron a entrevistarse con Luis Alfredo que se encontraba de auxiliar en la guardia de las oficinas de la PJ donde el uniformado aceptó que se sustrajo el armamento.
Detención
Los policías que estaban a cargo de las bodegas de la PJ dieron aviso a sus superiores y al fiscal de turno quien ordenó su detención inmediata. Previo al arresto el agente Luis Alfredo devolvió dos armas de fuego, una pistola marca Pietro Beretta, calibre 6,35, y un arma de fuego tipo revolver calibre 38.
El Policía aprehendido fue trasladado a la Función Judicial para ser sometido a la audiencia de formulación de cargos. Se conoció que tras las primeras indagaciones las nueve armas entre pistolas y revólveres estarían en la ciudad de Machala y Guayaquil. (IVM)-(I)
