Estudiantes de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, de la Universidad de Cuenca, construirán en 10 días una casa que costará 6.000 dólares y tendrá 10 metros cuadrados (m²). Será un prototipo.
John Guachichulca es uno de los alumnos que es parte de este proyecto, con el que participan en un concurso denominado MingaLAB 2020, que es a nivel nacional y lo convoca la Universidad del Azuay (UDA).
El objetivo de esta iniciativa es construir viviendas de bajo precio y que sean sostenibles; es decir, que innoven en los sistemas constructivos y bioclimáticos, para reducir el consumo de energía.
“Lo que se busca es hacer una vivienda que sea progresiva, convertible y se pueda adaptar a las necesidades de las personas, conociendo que las personas tienen diferentes núcleos sociales y formas de habitar…”, dijo.
Guachichulca y cinco compañeros más: Danilo Sánchez, René Pilco, Valeria Toledo, Noelia Vanegas y Fabián Benítez conforman el equipo de trabajo, al que han llamado Tectónica. Son de séptimo ciclo.
Alfredo Ordóñez, arquitecto y docente es el tutor de este proyecto, que abarca además el diseño de planos de una urbanización, que asimismo debe ser de interés social.
La casa que será construida tiene tres dormitorios, una cocina, un baño y una zona social, y en este caso será financiada por medio de auspiciantes, que donan materiales de construcción. Deberá estar hasta el 20 de mayo.
Por eso solicitan la donación de productos como: cañaguadúa, perfilerías metálicas, acabados de piso y tuberías. La estructura se podrá levantar para que pueda ser trasladada de un predio a otro.
En este concurso también participan: la Universidad Nacional de Chimborazo (Unach), la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), la San Francisco, de Quito, entre otras.
El premio para los ganadores es de 6.000 dólares, con lo que se podrá recuperar lo invertido. Además, los planos entregados ayudarán a definir nuevas formas constructivas.
Para Roberto Martínez, ingeniero civil, docente y promotor inmobiliario, es necesario que el Gobierno Nacional destine recursos para apoyar a los constructores para que hagan inmuebles a costos accesibles.
A decir de Martínez, el programa Casa para Todos, que impulsa Lenín Moreno, presidente del Ecuador, permitirá avanzar en la construcción de vivienda social en todo el país, pero no es suficiente.
Considera que tienen que implementarse incentivos gubernamentales para los empresarios y beneficiarios, lo que ayudará a reactivar el sector de la construcción, que dinamiza la economía de las ciudades. (CSM)-(I)
DETALLE
En Cuenca hay un déficit de unas 50.000 viviendas y este es uno de los principales requerimientos de la población.
CRITERIO
Norma Salamea, arquitecta, docente y empresaria de bienes raíces, considera que Cuenca tiene al menos dos particularidades que no permiten desarrollar proyectos de vivienda de interés social, es decir de bajo costo.
Una es el valor elevado de los terrenos, incluso en el sector rural, lo que no incentiva para que los empresarios se decidan a invertir en la construcción de casas.
Pero además Salamea cree que en esta ciudad hay una especulación de suelo exagerada, dado que hay propietarios de predios que los mantienen vacíos durante años hasta que suban de precio para venderlos.
“Es necesario que el Municipio de Cuenca implemente mecanismos para controlar la especulación del suelo, pues mientras eso no se regule no podremos hacer vivienda social…”, dijo.