Apuros en el c. electoral

Eliécer Cárdenas E.

Doña Diana Atamaint, está igualita a Donald Trump, es decir con un juicio político encima de sus hombros, con la diferencia respecto al rubio Presidente de los EE.UU. de que ella no las tiene todas consigo en el proceso legislativo en su contra.
A doña Diana le acusan de todo, desde haber nombrado a elementos sospechosos para cargos administrativos de alta responsabilidad en el Consejo Nacional Electoral, tanto así que uno de ellos guarda prisión, y testificó tras las rejas sobre supuestas irregularidades.
Manabí y otras provincias, acusan a doña Diana Atamaint, por haber “metido la mano” en el pasado proceso electoral de febrero del año pasado, y por si fuera poco incluso parte de los propios vocales del organismo cuestionan a la Presidenta del organismo electoral. Mientras se acercan las elecciones de 2021, de hecho, los apetitos de algunas agrupaciones irán en pos del Consejo Nacional Electoral, presa codiciada de prácticamente todos los gobiernos, que aunque dicen que “respetan irrestrictamente” la independencia de la Función Electoral, en los hechos se la pasan metiendo mano en el alto organismo. Esto no es un secreto para nadie, y forma parte del “folclore electorero” de nuestro amado Ecuador.
Pero intereses políticos aparte, es evidente que doña Diana Atamaint, “metió la pata” en no pocas de sus actuaciones como Presidenta del organismo. Quizá le faltó experiencia, a lo mejor no tuvo buenos asesores, es posible que se creyó la única capaz de mandar en el organismo sin consultárselo a nadie, o todo junto a la vez. Doña Diana, ahora está más sola que un extraviado en plena selva amazónica, y hasta sus congéneres de etnia se hacen de la “vista gorda” a la hora de salir en su defensa, aunque ella sostiene que, entre otras razones, la Asamblea Nacional quiere su cabeza por ser nativa de la Amazonía, y cómo, no por ser mujer y haber desempeñado la más alta función electoral, donde han pasado personajes de todo pelaje, que sería bueno recordarlos como “dechados” de servilismo hacia algunos gobiernos de turno. ¿La suerte está echada para Diana Atamaint? Todo depende de los cálculos políticos que, como siempre, deciden la suerte de los juicios políticos, que de políticos tienen todo, pero de juicios nada. (O)