Es muy gratificante echar de ver los logros de los compatricios que en diferentes campos deslumbran en el exterior. Virtuosos de las bellas artes, de la historia, la filosofía, el deporte y otras actividades nobles han descollado dentro y fuera del país. De la ciencia y tecnología poco se ha comentado, a pesar de que la República se gestó con un prominente científico: Eugenio Espejo, considerado uno de los exponentes máximos de la ilustración americana, un prominente investigador y científico, entre otros talantes.
En una visita a la UNAN conocí el buen nombre que dejaron estudiantes y profesores ecuatorianos que por ahí transitaron dejando una impronta que dignifica al país. Ahí conocí a algunos posgradistas ecuatorianos, entre ellos al cuencano José Antonio León T., quien realizaba su tesis doctoral con la tesis “Evaluación de Riesgos Sísmicos Activadas por Empresas” que mereció un reconocimiento internacional en México y que será presentada en la Conferencia Mundial de Ingeniería Sísmica, en Japón.
En la misma línea técnica y científica, el ibarreño Inty Gronneberg, un ingeniero acreditado, fue declarado “Inventor del Año 2018 en América latina” por la revista MIT Technology Rewiew. Este proyecto se sustenta en una lucha contra el plástico y fue presentado en la “Conferencia para el Cambio Climático”, en Madrid, a fines del año pasado. Ahora, el gobierno ecuatoriano le honra con la condecoración Orden Nacional al Mérito en el grado de gran comendador, al científico Inty Gronneberg, inventor de turbinas capaces de recoger hasta 80 toneladas de basura plástica por día en las cuencas hidrográficas.
En la televisión escuché al descubridor comentar que había convenció al Reino Unido para instalar sus tecnologías en los rio Guallabamba y Guayas, las que mayor polución de plásticos al Pacífico. Vendrían empresas internacionales de Inglaterra, Alemania y EE.UU. para colaborar en su proyecto, pero será ineludible la cooperación de los gobiernos central y seccionales de Pichincha y Guayas, además de la empresa privada.
Hay que desconocer que autoridades del país se han preocupado del asunto, como el gobierno de Galápagos que desde mayo de 2018 prohibió el ingreso de sorbetes, fundas tipo camiseta, envases y botellas no retornables, que sean de plástico. Por acá se quiso tomar medidas contra este flagelo mundial, pero poco se avanzó.
Hay que ser conscientes que la lucha contra del uso excesivo y contaminación del plástico debe comenzar por casa: ¡ahí la mejor prevención! (O)