Y, una vez más, Ivonne Baki nos representará ante su amigo Trump. Es decir, deberá poner en evidencia la situación del migrante ecuatoriano, los problemas con el narcotráfico y las políticas extractivistas, entre otros temas que a nuestra inefable dama le quitan el sueño de por vida. Y es que la defensora del Yasuní, aquella que organizó el concurso de Miss Universo y se inventó la rosa Trump, la misma que, supuestamente, pertenece a la clase millonaria del planeta, está dispuesta, como siempre, a dejar su zona de confort y ayudar a su desgraciado paisito. Recordamos, inclusive, a esta shamana preparar un viaje inefable al economista Correa para una entrevista con el fundador de un campus universitario en EE.UU. dedicado a investigar la fuente de la eterna juventud y su proyecto para aplicarlo acá en la Amazonía ecuatoriana. Así las cosas, escuchamos una vez más el poema de Goytisolo y sonreímos escuchando a Paco Ibáñez cuando canta la paradoja del lobito bueno. “Erase una vez un lobito bueno, al que maltrataban todos los corderos, había también una bruja hermosa…” y no podemos evitar la náusea cuando recordamos el despilfarro de nuestros recursos en estos seres con cara de metal y corazón de barro. En fin, amigo lector ¡ojalá y a nuestros hermanos no se les ocurra ir con los coyotes en esta época! porque hay seres en el poder que son una pandemia y portan sobre su cabeza el coronavirus. (O)
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