Al menos doce civiles murieron, entre ellos seis niños, y más de treinta resultaron heridos en ataques aéreos del Ejército sirio contra la ciudad de Idlib, capital de la provincia homónima considerada el último bastión opositor en el país, informaron hoy varias ONG.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos indicó que aviones de guerra sirios han llevado a cabo «una masacre» que ha dejado doce civiles muertos en un barrio de la ciudad de Idlib y en la zona industrial, entre ellos seis niños.
Indicó que el número de muertos podría aumentar por la cantidad de heridos, que cifra en 32, algunos de ellos en estado grave.
La Defensa Civil siria, cuerpo de rescate conocido como los «Cascos Blancos» que opera en zonas que escapan al control de Damasco, confirmó en Twitter la cifra de muertos, y elevó el número de los niños que han perdido la vida a 7, y a 33 a los heridos.
Hasta el momento, el Ejército sirio leal al presidente Bachar al Asad no se ha pronunciado sobre esta información.
Pese a que la ofensiva terrestre en la provincia de Idlib se haya congelado al estar centrada ahora en el oeste de Alepo, los bombardeos y artillería de las tropas sirias, apoyadas por Rusia, continúan a diario, según ambas fuentes.
Este ataque se produce en un momento en el que las unidades sirias se encuentran a un paso de controlar la carretera M5 tras capturar el área de Al Rashidin 4, en el suroeste de Alepo, informó hoy la agencia estatal SANA.
Además, las tropas sirias han sufrido hoy dos bajas después de que un helicóptero de sus fuerzas fuera derribado en Nayrab, este de Idlib, sin que hasta el momento nadie haya reivindicado esa acción, según el Observatorio, cuya sede se encuentra en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores sobre el terreno.
El Ejército sirio tampoco ha reaccionado hasta el momento ante esta información.
Idlib y el oeste de Alepo están prácticamente dominados por el Organismo de Liberación del Levante, una alianza islamista en la que está incluida la exfilial siria de Al Qaeda, a la que Moscú y Damasco consideran «terrorista». EFE