Sanders y Trump convocan a las masas en el cierre de campaña en New Hampshire

El senador izquierdista Bernie Sanders y el presidente estadounidense, Donald Trump, demostraron este lunes que son los dos líderes políticos que más pasiones levantan con sendas demostraciones de fuerza durante el cierre de campaña de las elecciones primarias en Nuevo Hampshire.

Sanders convocó a más de 6.000 personas en Durham para un acto con sabor a elección general en el que le apoyaron la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, la actriz Cynthia Nixon («Sex and the City») y el activista Cornel West, y que terminó con un concierto del grupo de rock The Strokes.

El mitin de Sanders triplicó en número de personas a cualquier otro acto de un candidato demócrata durante la campaña en Nuevo Hampshire, aunque se quedó corto comparado con el de Trump que en Manchester reunió a más de 10.000 seguidores.

HORAS BAJO LA LLUVIA

Tras semanas de soportar a los candidatos demócratas recorriendo su estado, los «trumpistas» de Nuevo Hampshire pudieron resarciste con una visita de su líder. Centenares de personas aguantaron condiciones climatológicas miserables durante horas para entrar al pabellón, con temperaturas gélidas y una mezcla de lluvia y nieve.

Poco después del mediodía, seis horas antes del inicio del acto, Bebe Fitzgerald aseguró a Efe mientras hacía fila que desde que Trump llegó a la Casa Blanca en 2017 su empresa le ha «doblado» el sueldo, algo que atribuyó sin dudarlo a las políticas del presidente.

«Tengo oportunidades que nunca antes había tenido, antes ganaba 8,50 dólares la hora y ahora tengo un muy buen sueldo, haciendo el mismo trabajo», dijo, describiendo un sentimiento generalizado de bonanza económica que puede ser clave en favor de Trump en las elecciones de noviembre.

Tras esa larga espera, el mitin de Trump duró apenas 57 minutos, uno de los más cortos que se le recuerdan a un presidente que acostumbra a alargarse casi dos horas. «Creo que son todos flojos», dijo el mandatario sobre los candidatos demócratas.

Mientras los demócratas compiten entre ellos para elegir al rival de Trump, el líder republicano busca ampliar su victoria de 2016, empezando por Nuevo Hampshire, estado que aspira a teñir de rojo por primera vez desde el 2000 después de que Hillary Clinton se lo llevase por apenas 2.500 votos.

Trump evidenció en el mitin de este lunes que Nuevo Hampshire es una espina clavada al justificar la victoria de Clinton por unos supuestos «autobuses» llenos de votantes que los demócratas «enviaban desde Massachusetts».

SANDERS CATAPULTADO

Paralelo al mitin de Trump en Manchester, 50 kilómetros al este, en la ciudad universitaria de Durham, Sanders también llenó su pabellón en una demostración de fuerza que de seguro dejó intranquilos a sus rivales en plena víspera electoral.

Sanders, de hecho, no se molestó en mencionar a sus rivales ni que fuese para criticarles y fijó en Trump su único objetivo, como si de un duelo se tratase ya.

Ocasio-Cortez fue su telonera y defendió que Sanders es el mejor posicionado para derrotar al actual presidente en noviembre: «Y Trump lo sabe, ¿por qué más creéis que ha venido aquí (a Nuevo Hampshire) esta noche?».

La campaña del senador izquierdista, que vuelve a liderar las encuestas a nivel no solo local de Nuevo Hampshire sino también general, se ha levantado tras la decepción de los caucus de Iowa, en los que quedó por detrás de Pete Buttigieg pese a lograr más votos que el exalcalde.

Sanders agitó sus banderas habituales: salud, educación, poner fin al negocio de las industrias armamentística, farmacéutica, de los combustibles fósiles, de las prisiones y centros de detención privados, legalización de la marihuana en todo el país y la lucha contra la crisis climática.

«¡Ganemos esto, transformemos Estados Unidos!», exclamó Sanders. EFE

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