Centro de Investigación de la Universidad Católica de Cuenca quiere una «ciudad inteligente»

El 18 de enero de 2019 la Universidad Católica de Cuenca inauguró su Centro de Investigación Innovación y Transferencia de Tecnología (CIITT) en Ricaurte. El afán de tener un espacio para trabajar se basó en la necesidad de crear proyectos con la participación de estudiantes e investigadores.

Pero contar con una infraestructura de primer nivel que genere productos no es suficiente para quienes están a cargo del CIITT. Por lo general, las investigaciones que se llevan a cabo en las universidades no salen de allí, a pesar de que hay proyectos que podrían mejorar, por ejemplo, la calidad de vida de la población.

El objetivo del centro de investigación de la universidad cuencana es que los proyectos que se crean dentro de él sean aplicados y usados por la sociedad. Y el Laboratorio de Simulación en Tiempo Real de la CIITT se ha planteado aquello: crear productos que ayuden a la gente basados en el programa “Smart Univercity 2.0”.

La finalidad del programa es contar con herramientas que conviertan a Cuenca en una ciudad “inteligente” a través de la tecnología. Los primeros productos ya se han creado: dos “solmáforos”, los cuales medirán la radiación ultravioleta de dos sectores de la ciudad que todavía no han sido definidos.

“Con los solmáforos nos gustaría extendernos más. Por ejemplo, implementarlos en las escuelas. Los niños salen y entran de las aulas sin saber que una alta radiación ultravioleta podría hacerles daño”, dice Pablo Buestán, técnico del laboratorio de simulación.

Antes de los solmáforos, ya se presentaron otros productos relacionados con el concepto ciudad inteligente: un vehículo eléctrico y las electrolineras que se instalaron en el parqueadero del parque de la Madre.

Energía limpia

Dentro del Smart Univercity 2.0 están proyectos de energía renovable para Cuenca. Por lo pronto ya se han hecho pruebas en el propio laboratorio de simulación, y la iluminación de su infraestructura funciona con energía solar y eólica.

El próximo paso es que todo el laboratorio funcione con energía limpia. Para esto se contará con el trabajo de los estudiantes de la carrera de Ingeniería Eléctrica y de la maestría de Energías Renovables que la Universidad Católica oferta.

“Lo importante es la participación de los estudiantes. En este caso tenemos estudiantes de tercer y cuarto nivel. Con esto tenemos más proyectos que se vinculen con la sociedad, que sean funcionales”, dice Buestán.

Al final se prevé que todos los proyectos creados en el CIITT estén en una plataforma digital, para que la población cuencana pueda conectarse e informarse, por ejemplo, de la calidad del aire o de la radiación ultravioleta. (AWM)-(I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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