La semana pasada se dio a conocer por parte de la Comisión de Gestión Ambiental de la Municipalidad de Cuenca que en los próximos años habrá escasez de agua potable. La CGA dijo que el consumo promedio de cada cuencano es de 250 litros de agua por día cuando realmente debería ser un promedio de 100 litros diarios, según lo recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU); por esta razón el alcalde de Cuenca, Pedro Palacios, firmó un convenio con el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) para ejecutar el proyecto de Conservación de las fuentes de agua y para la reducción de lo que se conoce como la huella hídrica.
El Agua existente en Cuenca, según los técnicos de la CGA es suficiente para abastecer el consumo por unos tres años más pero luego confirmaron que paulatinamente empezará a sentirse lo que ellos llaman el “estrés hídrico” es decir la falta de agua en la ciudad. Los técnicos afirmaron que la recarga hídrica para dotar de agua potable a la ciudad conserva aproximadamente 95 mil hectáreas de páramo, de las cuales todas no pertenecen al Municipio, por lo que para el manejo integral del agua es indispensable que el Municipio compre los páramos que hoy están en manos de personas particulares y de las cooperativas.
A más de comprar los páramos es fundamental conservar, guardar el agua en represas. La cuenca del Machángara nos da un ejemplo, lo mismo hay que hacer en las partes altas de los ríos Tomebamba, Yanuncay y Tarqui y así no tendremos el tal “estrés hídrico”, el agua nos servirá para más tiempo. Los páramos de El Cajas, Soldados, Quimsacochas, Saymirín y Labrado en gran parte pertenecen a particulares y en poco tiempo más desaparecerán. (O)