¡Agüita de carnaval no hace mal! Que el espíritu purificador, alegre y abundante del agua venga nos toque y nos transforme, que nos permita despojarnos de cansancios, penas y preocupaciones, que la abundancia y generosidad de los frutos y de las flores de la Madre Naturaleza refuerce nuestras raíces como pueblo solidario, agradecido, que abre su corazón para compartir, para compartirse en abundancia tal como ella lo hace. ¡Agüita de carnaval no hace mal! Que venga y nos toque, nos renueve y nos fortalezca en la búsqueda de senderos que nos permita transitar en este crítico momento del país. Mejor manera no puede haber que alrededor del banquete carnavalero donde no falta mote pata, chancho en todas sus más deliciosas y tradicionales formas de prepararlo, mote –infaltable-, canelazos para mojarnos por dentro, “chichita para que no patee el chancho”, dulce de duraznos, higos, leche y pancito de casa para celebrar y agradecer la presencia del agua y la abundancia que ella nos trae. “Agua, ¿dónde vas? / Riendo voy por el río a las orillas del mar? / Mar, ¿a dónde vas? / Río arriba voy buscando / fuente donde descansar” (F. García Lorca). (O)
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