Bajo el decidor y curioso nombre de ‘Pitonisas’ se creó la más reciente obra de Marcela Orellana, reconocida en el entorno de la ilustración cuencana, como ‘Mazhyx’.
Leer sobre el Oráculo de Delfos de la Antigua Grecia fue suficiente para despertar el interés de la artista. Según la mitología griega, aquí se reunían las musas, las ninfas y las diosas. De estas últimas surgen las pitonisas, aquellas sacerdotisas del dios Apolo, que tenían la capacidad de interpretar las respuestas sobre el futuro.
Para Marcela Orellana, esta conexión que tenían las pitonisas con los dioses, inspiró la creación de sus mujeres con rostro y nombres propios, pero además, cada una tiene un significado que la hace única. María Magdalena, por ejemplo, representa al amor incondicional; Maat: la equidad, Ishtar: los límites, Hathor: la receptividad, y así por el orden.
Concepto
Los colores vivos y los trazos a profundo detalle se mantienen como una de las principales características del trabajo de Mazhyx. Pero aquí la inclusión juega un papel crucial al mostrar a mujeres de todas las etnias y edades, además de una que otra catrina extraviada. “En mi lectura sobre las pitonisas me emocionó la apertura que ellas tenían para recibir las consultas de ricos y pobres sobre su destino, sin distinción alguna”, explica.
Proceso
La artista confiesa que sus obras surgen de lo que ella llama “derivas”, que son los momentos en los que encuentra la libertad para salir a caminar por las calles, ver los rostros de la gente, mirar la ciudad, tomar notas y hacer bocetos. Estas diosas se construyeron en un año y cada una se oferta dentro de un cuadro de madera, desde los 20 hasta los 80 dólares según el tamaño.
En trabajos anteriores, Marcela le ha apostado a la ficción y al surrealismo. En esta ocasión asegura, se siente más conectada con su naturaleza femenina: “Creo que las mujeres tenemos varias personalidades o facetas, y a través de ellas nos conocemos a nosotras mismas. Con este trabajo he logrado conectarme con mi propia esencia”.
Presentación
El evento de bienvenida a la muestra Pitonisas estuvo a cargo de dos amigas de la artista. Evelyn Astudillo leyó el oráculo “con el fin de que los asistentes se conecten con la energía del arte”. Ella es representante de ‘Killa Sisa’, un proyecto holístico que busca acompañar a mujeres y hombres en sus procesos de autoconocimiento y en su camino de sanación. Mientras que, Gabriela Pinos, representante de ‘SisaKisma’, un emprendimiento de salud e integración femenina, acompañó con “plantas, esencias y humo sagrado”.
La obra de Marcela Orellana estará abierta al público hasta el jueves 5 de marzo en la galería Pájarogato, ubicada en la Juan Jaramillo 6-26, entre Presidente Borrero y Hermano Miguel.
En esa misma fecha, la artista inaugurará otro trabajo titulado ‘Epifanías’, en la Casa Municipal de Las Posadas. “Se trata de un proceso de conexión con el eterno presente, revelaciones que hicieron que me conectara con lo que está sucediendo”, adelanta la ilustradora que dibuja desde los cinco años. (IAJ) (I)