Vaivenes políticos en evaluación de Yaku Pérez
Análisis por Caroline Avila Nieto
Los lectores de Diario El Mercurio se han pronunciado de manera ambigua al evaluar la administración del Prefecto Yaku Perez Guartambel, a 9 meses de funciones. De 2165 respuestas que fueron registradas, el resultado de los lectores que se han motivado a participar muestra una interesante distribución de las preferencias con proporciones casi similares en los extremos de la escala. Frente a esa participación, quizá lo más importante de estos ejercicios está en analizar de manera cualitativa las expresiones que recogen el sentir de quienes aprueban o desaprueban la gestión del prefecto.
Durante los días que la encuesta estuvo recogiendo opiniones se expusieron más de 500 comentarios los cuales permiten leer los temas que preocupan entre los lectores de Diario Mercurio. Caber resaltar que quienes comentan en las redes, tienen un nivel de involucramiento político/ciudadano mayor a la mayoría de la población, que por lo general se muestra apática al quehacer político.
Un tema recurrente es el activismo del prefecto. Ha servido para apreciar y posicionar su gestión, pero deja algunas insatisfacciones. Entre los que están a favor le felicitan, le dan ánimos, se muestran preocupados, reconocen las áreas de trabajo en conservación del agua y protección antiminera. La consulta, por ejemplo, es un fracaso que tiene el beneficio -por el momento- del capital político del prefecto, acumulado por ese posicionamiento. Sin embargo, también este activismo es un limitante. Los comentarios en contra rechazan la actitud del prefecto frente al levantamiento de octubre pasado, insisten en que el discurso del agua y la conservación ambiental no es suficiente para una labor que es mucho más amplia y compleja.
Sus detractores aducen que no hay gestión, que no hay obra. Esta expresión es común en las evaluaciones, dado que los ciudadanos asocian la obra con aquello que les es cercano. El desafío para Yaku Perez será demostrar gestión en otros ámbitos de competencias de la Prefectura, más allá de lo que hasta ahora ha sido su plataforma personal.
El ciudadano evalúa a partir de atajos mentales, uno de ellos es la comparación. Allí, Yaku Pérez tiene ventaja, porque la evaluación del prefecto anterior es muy baja. Los lectores de Diario Mercuiro favorecen las decisiones de mingas, reducción de sueldo, inclusive el andar en bicicleta como cambios positivos a una gestión diferente de la anterior. Sin embargo, estos mismos atributos, por quienes no están de acuerdo, son vistos como insuficientes, faranduleros, sin planificación, que le reducen dignidad a un cargo de la impotancia de la Prefectura.
Yaku Perez tiene la ventaja de un posicionamiento claro en cuanto su activismo, la ambigüedad de una definición de la Prefectura como institución en donde calza una diversidad de significados, y el benficio de una comparación con administraciones actuales y anteriores cuyas gestiones han sido muy mal evaluadas por la ciudadanía.
Le perjudica su rol político a nivel nacional, ese mismo activismo que lo posiciona juega en contra para sus detractores y limita la percepción que tienen los lectores sobre el resto de las actividades de la prefectura, como vialidad, riego, agricultura, producción, etc., en donde no consideran que existe suficiente gestión. (O)