Partimos de nuestros hogares, partimos de las escuelas y universidades, partimos del trabajo para no regresar. Esa es la nefasta realidad para las mujeres de México y el mundo entero. Un 15 de febrero fue Fátima, un 25 de noviembre Abril y cada día son diez mujeres asesinadas por un Estado mexicano negligente, por una fiscalía sin respuestas y por una sociedad que naturaliza la violencia. La necesidad de justicia impera para una familia y para un país que perdió una niña de 7 años con sueños, expectativas y un futuro que le fue arrebatado. Unas autoridades ausentes rechazan la impunidad en este caso cuando las cifras relatan los ocho de cada 10 delitos que no reciben una sentencia condenatoria. Son escazas e imperceptibles las reacciones gubernamentales, una madre indignada y un país roto. Solo queda unirse ante la violencia, la injusticia y la inequidad; la deconstrucción y la unión son las únicas fuerzas que podrán acabar con un sistema machista y patriarcal y con un Estado indiferente. Porque el mundo necesita que las mujeres regresen, vivan y luchen por sus madres, por sus amigas, hijas, hermanas, por ellas y por todas. (O)
CMV
Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.
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