Por qué ser Policía

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Fernanda Lalangui, aspirante, por sus altas calificaciones, preside las hileras de formación.
Carmen Tixe, aspirante, cuenta cuándo surgió su anhelo de ser parte de la institución.
En el auditorio del edificio policial de Azogues, los alumnos durante una conferencia.
Los estudiantes formaron una agrupación musical, de acuerdo a los talentos de cada uno.
Ramiro Armas, durante la hora del “rancho”, la merienda en la escuela de Formación.
Escuela en Azogues.
Clases de mujeres.
Clases mujeres.

Un total de 240 jóvenes, entre hombres y mujeres, se están formando en Cuenca (Azuay) y Azogues (Cañar) desde hace aproximadamente dos años para ser miembros de la Policía Nacional.

Se graduarán en Cuenca el próximo 13 de marzo, informó la Ministra de Gobierno, María Paula Romo.
El proceso de selección inicial fue vía internet entre quienes se inscribieron, miles de jóvenes de diferentes provincias del Ecuador que postularon online de modo gratuito.

Para escogerlos, la Policía se basó en el cupo disponible; se inmediato, los seleccionados pasaron otro proceso de pruebas para ver las mejores notas en aptitudes: físicas, académicas y sicológicas y los de mejor promedio pasaron a las Escuelas de Formación.

Cuatro pruebas físicas: de resistencia o Test de Cooper, que es correr la mayor distancia posible en 12 minutos; velocidad en 60 metros por ocho segundos; natación en 25 metros; y, 35 abdominales. Y otras pruebas.

Cada aspirante que pasó estos retos, ya para ingresar a la Escuela asignada, invirtió un aproximado de 1.000 dólares que es el costo total de todas las paradas de ropa y zapatos para estos dos años de formación; ese monto además cubre útiles de aseo, la caja de madera para guardar su ropa, etcétera.

Aparte, cada joven paga por mes a la institución policial 90 dólares por su rancho (desayuno, almuerzo y merienda de lunes a domingo), precisa la Teniente, Noemí Paguay.

Vivencias

Los aspirantes ubicados en Cuenca (Escuela de Formación de Policías del Austro Cabo Froilán Jiménez Granda, en la parroquia Ochoa León); y, en Azogues (Centro de Formación Policial de la Subzona Cañar 03, Escuela Subzonal) provienen de varias provincias de la sierra y costa; un mínimo porcentaje son de la capital azuaya.

Entre las aspirantes a Policía está la “Tixe”, es Carmen Natalia Tixe Yupa, de 22 años, en estas Escuelas todos se llaman por su apellido.

Nacida en la parroquia rural Pungala, provincia de Chimborazo, vivió rodeada de algunos vecinos policías que eran respetados por la comunidad, y ella de grande quería lo mismo; además es un sueño de su padre, Pedro Tixe, por lo que apenas culminó la escuela y el colegio con excelentes calificaciones la impulsó a inscribirse a la Policía.

Él y su esposa María Yupa no tuvieron estudios, crearon un pequeño taller en su casa para hacer bloques y mantener a sus hijos; Carmen es excelente para hacer bloques, y aún los fabrica cada vez que sale franco (días libres) y va a su tierra natal, en donde también vive su enamorado, militar.

“Para estar en la Policía tenemos que tener una vida disciplinada y sobre todo encaminada porque vamos a ser servidores y un ejemplo a la sociedad”, comenta Carmen, quien mantiene una postura recta, impecable y una gran sonrisa.

Ella y sus 161 compañeras aspirantes, en su Escuela, se levantan de lunes a domingo a las 04:30; a las 04:45 ya están formadas en el patio; de 05:00 a 06:00 realizan actividades físicas y pasan a los dormitorios a ducharse.

A las 06:30 van al desayuno, luego a realizar el aseo de sus instalaciones; y, a las 07:30 están formadas para iniciar las actividades académicas con materias como inglés, informática, derechos humanos y más.

Almuerzan a las 12:30; luego realizan el aseo; se forman a las 14:00 para continuar la academia hasta las 18:00 que pasan al rancho; de nuevo a los paralelos; forman a las 21:30 y van a dormir. Cuatro mujeres por habitación, en donde no hay televisor ni celular.

Luis Gagñay, de 21 años, nacido en Riobamba, desde niño observó fascinado cuando alguien llamaba a la Policía por alguna emergencia y llegaban con sus patrulleros prendidas las balizas “era un impacto verlos…eran muy respetados…desde ahí comencé a proyectarme y hoy se me abrieron las puertas de la institución a la que amo”, expresa.

Gagñay Vargas afirma que no ingresó a la institución atraído por el sueldo que va a percibir, una vez graduado, que son 940 dólares, él quiere mostrar la formación que recibió.

Lo más importante es el respeto a los Derechos Humanos “cuando tengamos una persona detenida, solo debemos entregarle a la autoridad competente para que la juzgue, nosotros no podemos torturar ni agredir, tampoco dejarles que ellos agredan a los ciudadanos porque todos somos seres humanos”, expresa. Su gran meta es ser parte de la Unidad Antinarcóticos.

Así como este joven aspirante que, entre otras cosas, se sabe de memoria el Himno a la Policía; existen otros como Stalin Sinaluisa que ve en la entidad un nuevo hogar a través del cual servirá a la colectividad, se siente tan a gusto que incluso formó con algunos aspirantes un grupo musical (saxofón, trompeta, trombón, platillos, redoblete y bombo) y son el deleite de la Escuela.

Los aspirantes pueden pertenecer a las siguientes Unidades, una vez graduados: Dirección Nacional de Antinarcóticos, Dirección Nacional de Inteligencia.

También pueden ser parte de la Dirección Nacional de la Policía Judicial; y, de las Unidades Especiales como: GOE, GIR y GEMA. Primero recibirán el pase.

Dirige la Escuela de Formación de Azogues “Centro de Formación Policial de la Subzona Cañar 03” está el Teniente de Policía José Luis Ordóñez Abendaño.

Al frente de la Escuela de Formación de Policías del Austro “Cabo Froilán Jiménez Granda”, en la parroquia Ochoa León, está la Capitán Alejandra Troya.

Requisitos para ingresar a la Policía: estar dentro de los 18 años de edad, cumplidos, hasta los 24 años 11 meses; no tener juicios o procesos judiciales.

Otro requisito para ingresar es no haber sido dado de baja de la Policía o Fuerzas Armadas. El sueldo aproximado que ganará una vez graduado: 940 dólares.

DATOS

Al finalizar su formación, el aspirante recibe los títulos de Policía de Línea y Técnico en Seguridad Ciudadana y Órden Público.

El aspirante lleva sus bichungas colocadas en sus hombros, que identifican el grado que posee, en su caso es E.F.P. (Escuela de Formación de Policías).

Ascender y progresar

Daniel Villalobos Chuto, de 24 años, bachiller en Químico Biólogo, es uno de los apirantes a Policía con excelentes califaciones. Su madre, agricultora y sus dos hermanos, son su inspiración.

El aspira algún día formar parte de la unidad de Criminalística; pero una vez graduado de Policía, no se quedará ahí, seguirá más cursos de cuatro o cinco años, cada uno, para seguir ascendiendo dentro de la entidad policial.

Texto y fotos:
Ana Calle Riera
Redacción El Mercurio

REM

REDACCION EL MERCURIO

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