Según la encuestadora Cedatos, la indecisión popular respecto a las elecciones generales del año entrante alcanza el 68%. Por eso los datos obtenidos hasta el mes pasado deben ser considerados tendencias: 9,5% para el partido Socialcristiano; Creo obtuvo 9,3%; Fuerza Compromiso Social (Revolución Ciudadana) 8,4%; Alianza País con el 3,1%; Pachakútik 2,9%. Estadísticas anteriores se concentraron en posibles aspirantes a la presidencia de la República, ahora fueron hacia los partidos políticos, pues en febrero próximo escogeremos también asambleístas mediante votación en plancha.
Estas y otras cifras van consolidándose en diferentes muestras, lo cual hace prever que tres fuerzas concentrarán las preferencias en las urnas. Entre ellas el correísmo, explicando así la premura de la justicia por impedir mediante condena, la postulación de su máximo líder, bajo el pretexto de combatir la corrupción. Sospecha que circulaba “sotto voice”, casi como rumor en las redes sociales, pero tomada ya por varios medios de comunicación tradicionales en sus artículos de opinión.
Un panorama que anuncia campaña reñida y conflictiva, visto el insalvable distanciamiento entre el actual gobernante y sus aliados frente al socialismo del siglo veintiuno, atacado desde todos los ángulos posibles. Aparentemente nadie le quiere cerca, pero si la izquierda intenta triunfar debe contar con él.
Es que las ideologías valen aunque algunos intenten negarlo. Aquí y a nivel continental. Tenemos Cuba, Venezuela, Argentina, México, Nicaragua, que resisten al embate neoliberal liderado por la potencia norteña. Ecuador eligió a Moreno bajo los parámetros socialistas a los cuales dio la espalda, y allí tenemos las consecuencias: desaprobación superior al 80% con su partido político, Alianza País apenas en el 3,1%. (O)