La orilla norte del río Yanuncay, desde el puente de la calle Felipe II hasta el puente de la Casa del Arco, sector conocido como Barranco del Yanuncay, ofrece una gama de posibilidades paisajistas, que deben manejarse “con pinza”, a la hora de iniciar un proyecto de actuación urbanística que privilegie el declive del terreno con su espacio verde, arborización e infraestructura construida, como el gran arco de calicanto, acueducto, compuerta y antigua Planta Eléctrica de Yanuncay instalada en 1914, y la Casa de Jesús Arriaga (1856-1932).
Entendemos que deben delimitarse orillas, líneas de fábrica, vías, ciclo vías y camineras, jardines y jardineras, espacios de recreación y deportes, otros servicios como los sanitarios, tratando de no romper sino potenciar la armonía con el entorno, como se ha realizado en la orilla sur y en otros ríos cuencanos, los parques lineales que definen una nueva línea urbanística de la ciudad; restaurar la vieja Planta Eléctrica de Yanuncay para el Museo de la Electricidad, según lo acordado entre la Municipalidad y la Empresa Eléctrica en el 2010; ponerlo en valor la restaurada Casa del Arco o Casa de Jesús Arriaga, rescatando su nombre y dedicándolo a actividades afines al pensamiento del sacerdote humanista, investigador, botánico y precursor de la arqueología regional.
La avenida Primero de Mayo, desde los Tres Puentes hasta hasta el puente de Misicata, es un nuevo eje de desarrollo de la ciudad y una de las más importantes rutas de recreación y de actividades al aire libre para centenares de deportistas, paseantes y gente de la tercera edad, por la seguridad que ofrecen sus orillas y camineras, claro que hacen falta muchos componentes como un semáforo peatonal en el Puente del Arco, que permita el paso, sin riesgo, de los de a pie, ahora a merced de la buena voluntad de los conductores, que no avanza.