El sitio que antiguamente era utilizado para ajusticiar y exponer los cuerpos de los criminales, en la actualidad se ha convertido en refugio de delincuentes y de algunos que padecen adicción al licor y sustancias alucinógenas.
Los vecinos han calificado como “guarida” a la vetusta casa de la plaza del Rollo, que limita con el barrio Las Secretas, en Cuenca.
Uno de los últimos hechos de violencia que ha causado conmoción es el asesinato de un hombre que frecuentaba este inmueble -considerado abandonado-. La víctima era César Rolando Astudillo Lucero, de 39 años. Él fue apuñalado en la pierna, el arma blanca le perforó una arteria vital ocasionándole abundante hemorragia. Su deceso fue al poco tiempo de ser trasladado a una casa de salud.
Los allegados del fallecido reconocen que Astudillo padecía alcoholismo, “pero no se merecía ser asesinado”, exclaman.
La mortal agresión sucedió en una puerta de ingreso a la casa del Rollo. Los moradores detallan que esta puerta ha sido forzada por personas que buscan un refugio, de esta manera, los desconocidos ingresan por un agujero hacia una habitación, para consumir bebidas y fumar.
Un espacio de este inmueble está lleno de basura y emana pestilente olor. Además hay escombros que han caído desde el techo, como consecuencia de incendios provocados por quienes encienden fuego para abrigarse o fumar.
Comunidad
José Argudo, presidente del barrio Las Secretas, comenta que la inseguridad es latente a pesar de la existencia de una cámara de vigilancia y de que se cuenta con el proyecto “Barrio Seguro”. “Hemos ido a todas las autoridades para que haya mejoras, pero no hay respuesta”, señala el dirigente. Debajo de la cámara hay asaltos y hechos de violencia.
La casa abandonada es disputada como refugio entre grupos de libadores y se presume que sea es parte de las circunstancias de la reciente riña que truncó una vida.
Argudo detalla que la casa abandonada anteriormente era utilizada como sede del movimiento político Alianza País, lista 35. “Todos se fueron y ahora no hay a quién reclamar”.
Son varios meses que la puerta está rota y permite el ingreso de personas que padecen adicciones. Allí encienden fuego y en más de una ocasión han provocado incendios. Parte del techo de la casa tiene daños puesto que fue reducida a cenizas la madera que sostenía el tejado.
Junto al inmueble también hay una estructura que tiene daños y vidrios rotos. El dirigente sostiene que es fundamental recuperar la seguridad para el bienestar de menores y adultos, teniendo en cuenta que la casa en abandono limita con un establecimiento educativo.
En las noches, las circunstancias del barrio Las Secretas y sectores aledaños recrudece por la presencia de la prostitución callejera. Otra problemática que no tiene solución. Moradores coinciden que ante actividades por reforzar la seguridad han recibido amenazas.
Una comerciante del barrio Las Secretas, de igual forma comenta, que hay inseguridad. Menciona que entre los delitos también está el expendio de droga. Reflexiona y concluye que hay peticiones a las autoridades, pero “todo queda en el aire”.
Monumento
Este monumento conformado por una columna de ladrillo, piedra, cal y mármol es la Picota o El Rollo; memoria de la forma como se aplicaba la justicia durante la colonia española.
Este monumento fue construido en 1787, bajo la administración de José Antonio Vallejo, primer gobernador de Cuenca. Detrás de la Picota está la antigua casa abandonada que también guarda las memorias de aquella época, y junto a ella, la placa donde se cuenta la historia de El Rollo. (KOQ)-(I)
Antiguamente en El Rollo (símbolo de autoridad de la monarquía española y su poder), ahorcaban y colgaban a los criminales