Los Juegos Olímpicos de Tokio se celebrarán finalmente entre el 23 de julio y el 8 de agosto de 2021, justo un año más tarde de las fechas inicialmente fijadas para este verano, anunciaron hoy los organizadores.
Las nuevas fechas para los Juegos de Tokio han sido desveladas menos de una semana después de que se decidiera su aplazamiento debido a la pandemia del coronavirus, y, al igual que aquella decisión, han sido anunciadas con grandes dosis de suspense y de confusión.
Tras los rumores crecientes que en los últimos días situaban al verano de 2021 como periodo favorito para recolocar los Juegos, los organizadores afirmaron hoy mismo en una rueda de prensa que no se había tomado aún una decisión y luego anunciaron lo contrario menos de cuatro horas después.
El detonante del anuncio, una vez más, fue una teleconferencia mantenida entre los organizadores nipones y el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, en la que éste dio su beneplácito a las nuevas fechas propuestas por los organizadores.
EL VERANO SE IMPONE A LA PRIMAVERA
Esta decisión se ha tomado a partir de los criterios de «proteger la salud de los atletas y de todas las partes implicadas y de contribuir a la contención del COVID-19», de «salvaguardar los intereses» del mundo del deporte y de ajustarse al calendario de competiciones, dijeron el COI y los organizadores en un comunicado.
Las nuevas fechas son «exactamente un año después de las originalmente planeadas», «tienen el beneficio de minimizar el trastorno que causará el aplazamiento en el calendario deportivo internacional» y «ofrecen el suficiente tiempo para terminar el proceso de clasificación» para los atletas, señala la nota conjunta.
El verano y la primavera de 2021 eran las dos principales opciones que había sobre la mesa del COI y del comité de organización, según explicaron estos últimos, quienes también habían apuntado su preferencia por mantener los Juegos en las fechas más parecidas a las inicialmente previstas.
Durante una semana, el COI y los organizadores nipones han deliberado sobre los pros y los contras de ambas alternativas y escuchado también las opiniones de federaciones deportivas y organismos nacionales, según explicó el presidente del comité organizador, Yoshiro Mori.
El período comprendido entre el 23 de julio y el 8 de agosto de 2021 se ha impuesto con la idea de conceder «suficiente tiempo para los preparativos» de atletas y otras partes implicadas. También se ha considerado preferible que los Juegos tuvieran lugar en un período vacacional, según Mori.
«Debido a la situación del coronavirus, también creíamos que era mejor que los Juegos fueran en verano», añadió el presidente del comité organizador sobre la necesidad de dar tiempo a que se normalice la situación.
Previamente, el director ejecutivo de los Juegos, Toshiro Muto, había prácticamente descartado la opción primaveral con el argumento de que «los atletas necesitarán todo el tiempo posible» para reajustar sus calendarios.
La primavera de 2021, que hubiera coincidido con la vistosa época del florecer de los cerezos («sakura») en Japón y con el décimo aniversario del terremoto y el tsunami de 2011, también se veía complicada por coincidir con otras citas del calendario político nipón.
Los Juegos Paralímpicos, por su parte, comenzarán el 24 de agosto y se cerrarán el 5 de septiembre, lo que supone un día antes de las fechas inicialmente previstas para este año (del 25 de agosto al 6 de septiembre).
A VUELTAS CON EL CALOR
El debate sobre las nuevas fechas para los Juegos reavivó las preocupaciones que tenían algunas federaciones deportivas y otras partes implicadas en el proceso de decisión sobre el calor excesivo que se da en verano en Tokio, que vieron una oportunidad de librarse de este factor negativo.
Muto admitió hoy mismo que durante el proceso de consulta surgieron «opiniones contrarias» a que los JJOO se celebraran en verano.
Además de las altas temperaturas y la elevada humedad características del verano tokiota, en esa época es habitual que los tifonesgolpeen el archipiélago nipón, fenómenos meteorológicos que van acompañados de fuertes vientos y precipitaciones torrenciales.
«Son unas circunstancias que siempre se dan en verano y por tanto tomaremos las preocupaciones necesarias», dijo al respecto el presidente del comité organizador.
Antes de que el brote del nuevo coronavirus paralizara medio mundo, el calor extremo de Tokio era de hecho el principal motivo de preocupación en torno a los Juegos, lo que llevó al COI a decidir el año pasado trasladar la maratón olímpica a Sapporo (norte), en contra del deseo de los organizadores.
Pero esta decisión podría ser revisada al igual que otras que conciernen a competiciones olímpicas cuyas sedes podrían verse afectadas por el cambio de fechas, dijo hoy Muto, quien añadió que todo ello se abordará ahora que las fechas están ya decididas.
El tema más urgente por resolver, no obstante, son los costes adicionales derivados del aplazamiento de los Juegos y quién lo asumirá, destacó el director ejecutivo de Tokio 2020. EFE