Aarón Peñaranda hace honor a su nombre bíblico que significa “iluminado”, “hombre de montaña”. Él recibirá el galardón como Mejor Deportista de Escalada, por parte de Federación Deportiva del Azuay (FDA), en el Festival de Campeones, ceremonia que se encuentra postergada debido a la emergencia sanitaria.
“Estoy muy contento por este logro, para mí es un orgullo ser reconocido nuevamente, ya que he recibido este premio durante tres años consecutivos, desde el 2017”, expresó el cuencano que anteriormente ha sido elegido dos veces como Mejor Prospecto cuando competía en las categorías infantiles.
En la última temporada, Peñaranda animó el Campeonato Panamericano Juvenil que se realizó en Ibarra, obteniendo una medalla de bronce en velocidad, y dos preseas de plata en dificultad y combinada.
Además, tuvo la oportunidad de participar en el Campeonato Mundial Juvenil en Arco-Italia, en donde se ubicó 51 en dificultad.
En el 2019 compitió por última vez en la categoría juvenil y este año debutó a nivel absoluto o senior, en donde busca despuntar en la modalidad combinada (bloque, dificultada y velocidad), su especialidad.
Para esta temporada tenía previsto participar en las Copa Mundo de Francia y Suiza, pero todo quedó aplazado por el Covid-19. “Aún no conocemos cuándo se reprogramarán estos eventos”.
El objetivo a largo plazo de Aarón es clasificar a unos Juegos Olímpicos. Espera representar a Ecuador en París.
El estudiante de entrenamiento deportivo en el Instituto Superior Tecnológico del Azuay, es consciente que debe seguir trabajando para literalmente continuar en la “cumbre”, por lo que no desaprovecha un solo minuto del confinamiento que realiza en su hogar, en donde tuvo que instalar unas presas para continuar sus entrenamientos.
“Recibo a menudo las instrucciones de mi entrenador por medio de plataformas digitales sugiriendo rutinas de ejercicios físicos y específicos de escalada”.
Sus inicios
Aarón actualmente tiene 19 años de edad y practica escalada desde los seis. Su afición por “trepar los muros”, nació cuando su tío Adrián Pizarro le indicó un “folleto con los deportes” que se practican en FDA. Le llamó mucho la atención las fotografías de escalda, un deporte fuera de lo común.
Desde ese entonces no ha dejado de practicar esta actividad. “Me gusta mucho este deporte porque se vive un lindo ambiente entre amigos, con quienes he tenido muchas experiencias positivas dentro y fuera de las competencias”.
Todo se lo debe a sus familiares y entrenadores, a quienes les dedica este galardón, confiesa el atleta que en los tiempos libres escala en roca en Cojitambo o San Fernando. “Mi mamá Grace y abuelitos: Eduardo y Beatriz, siempre han estado ahí apoyándome”. (JMB) (D)