El aislamiento genera retos en la educación

Videoconferencias y clases virtuales pueden cruzarse en hogares donde hay más de un estudiante. El Ministerio de Educación dispuso que las tareas sean dosificadas

La cuarentena ha obligado a variar la metodología del trabajo educativo para alumnos y educadores y los computadores y la red internet se ha vuelto herramienta casi indispensable para aprender y enseñar, aunque no todos tienen estos recursos. Dificultades y retos implican para toda esta nueva realidad.

Silvia Ochoa, vicerrectora de un plantel particular, observa que muchas familias no tienen computador, otras no tienen conexión a internet y aun teniéndola deben superar conflictos. Uno de ellos es cuando uno, dos o más hijos deben compartir el mismo computador, más aún si los padres deben hacer teletrabajo en el hogar.

Teleconferencias, clases virtuales, plataformas digitales, materiales a los que se accede a la red se convierten en los medios de interacción entre maestros y alumnos, una modalidad de trabajo que implica, sin embargo, dificultades para ambos.

Por ejemplo, cuando los horarios de las clases virtuales coinciden para los hermanos en una misma familia; hay otros casos en que los maestros grabaron sus clases para las plataformas digitales. De la otra parte, una parte de los maestros no estaban acostumbrados al uso de la tecnología.

En algunos planteles, especialmente particulares, en forma más o menos extendida, ya se utilizaban plataformas digitales, ahora se propende a su uso general, no siempre posible. El manejo de la computación se vuelve indispensable pero hace poco se eliminó esa materia en los planes de estudio, señala.

También está la tarea del maestro, que debe preparar contenidos y tareas para sus alumnos a distancia, a veces mediante contacto virtual, pero también sin él. La sobrecarga de tareas ha sido una queja general de numerosos padres. Aunque para otros ha sido oportunidad para compartir con sus hijos sus estudios es incluso asistir a sus clases virtuales, dice la educadora.

El Ministerio de Educación ha emitido algunas disposiciones al respecto, entre ellas: que las tareas que se asignen a los estudiantes no requerirán la adquisición de materiales, deben dosificar el tiempo que se requiera cumplirlas, considerando el tiempo de estudio y el necesario para actividades recreativas.

La autoridad educativa, mediante acuerdo ministerial, remarca que las tareas asignadas en este periodo de emergencia pueden ser evaluadas por los docentes pero no calificadas y deberán ser presentadas una vez que se vuelva a clases.

Las tareas para los niños, niñas y adolescentes no deben pasar del tiempo establecido para cada nivel escolar. No se debe enviar deberes para los pequeños de primer año de básica; para los de segundo a cuarto año de básica, las tareas no les deberían tomar más de una hora y media de tiempo; a los de quinto a séptimo de básica, un máximo de dos horas; de octavo a décimo, dos horas y media; y, tres horas, para quienes están en tercer año de bachillerato. (AVB)-(I)

DETALLE

A los planteles particulares y fiscomisionales se recuerda la prohibición de exigir a los estudiantes el pago de contribuciones, pensiones adelantadas, cuotas especiales, etcétera.

¿Hay un modelo educativo?

A más del aprendizaje por la red, el Ministerio dispuso la transmisión de la asignación de tareas educativas por la radio y televisión, para suplir el acceso a internet a aquellos estudiantes que no los tienen.

Humberto Chacón es el decano de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Cuenca, en su página de Facebook, el académico cuestiona: “Estamos utilizando adecuadamente las herramientas digitales para propiciar un aprendizaje significativo en los estudiantes o estamos amontonando conceptos y actividades sin la aplicación de modelo educativo alguno”, se pregunta. (I)

Vivencia docente

Hay muchas realidades. Los colegios fiscales nos encontramos en guerra sin armas por que estudiantes no están preparados, no saben y muchos no tienen acceso a las tics… espero como maestra que se valore nuestra labor ya que cada niño y joven aprende de diferentes maneras y a veces me preguntó cómo logramos hacer ese trabajo (doctora, consejera, detective, abuelita…).

Finalmente con lo que me solicita el Ministerio, lo cumplo…(pero) extraño mucho el contacto , la interacción, las sonrisas de los chicos con quienes los maestros vivimos más horas que sus familias, , reflexiona la maestra Mariela Molina, en la red. (I)

 

 

 

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